Técnica – Popping
Aomasa 188: stickbait de superficie de Duo
Nos alegramos mucho de que Duo haya decidido meter en el horno el Aomasa 188, la talla XL de la afortunada serie, porque es un paseante - o stickbait de superficie, como queráis llamarle - que nos gusta mucho.
Esos 43mm demás con respeto al Aomasa original le dan ya un porte más serio. El Aomasa 188 empieza a ser un arma importante para los rojos del Mediterráneo como las criaturillas que merodean los arrecifes tropicales, sobre todo en aguas con más presión pesquera que otras.
Nuestro Aomasa 188 es silencioso. Es decir, no lleva en su interior esas bolas que montan una gran bulla cuando se desliza meneándose por la superficie. Que queramos o no, ese ruido es muy buenos para peces activos que se han despertado de mal humor, sin embargo, cuando hay cientos de chismes ruidosos que pasan por encima de la cabeza de un depredador, este se harta. Allí es donde triunfa la quiete del Aomasa.
Inútil contarte lo bueno que es el Aomasa 188, lo robusto que ha salido y la acción que tiene. Es Duo, es Aomasa, suficiente. Lleva armadura pasante, por si te preocupa que un monstruo le parta en dos, y la pintura parece buena, por lo que pueda importar que esté pintado o menos.
El Aomasa 188 mide 188mm y pesca 68 sin anzuelos
¿Influye la posición del sol en la pesca?
Pregunta: ¿No tienes nada mejor que hacer que escarbar en lo que queda de tu cerebro y buscar historias como esta? Pues no, allá va el tostón del día.
En mi última salida de pesca, a última hora de la tarde he tenido cuatro picadas de Barbos que se han soltado. En principio pensé que había sido culpa del señuelo, muy pequeño y con triples enanos pero al elaborar un poco más los eventos me fijé en un detalle importante que me recordó otra situación de alguna manera parecida.
Estábamos haciendo los últimos lances en un Boca Piedra, en los Jardines de la Reina en Cuba. El sol ya estaba bajo pero todavía muy fuerte, mi compañero y yo estábamos lanzando poppers cada uno por su lado. Resulta que yo estaba en el lado del sol y mi compañero con el sol de espaldas.
Lo que ocurría en aquel momento era que lanzando en dirección del sol o en diagonal yo tenía muchas más picadas y aciertos que mi compañero y si intentaba lanzar en su lado, también dejaba de tener picadas. En aquel momento, como ya me había suceso algo parecido en otras ocasiones, razonamos sobre el asunto y llegamos a la conclusión que probablemente los peces que tenían que perseguir la muestra con el sol de cara o bien dejaban de hacerlo, o ni siquiera lo veían o si de alguna manera decidían picar solían fallar porque salían al ataque prácticamente ciegos.
En un embalse de España, como decía al principio, me ha vuelto a pasar lo mismo, con el sol ya bajo con un ángulo que impide ver propiamente, los Barbos que atacaban mis jerkbait fallaban porque o bien no divisaban plenamente el artificial o porque les cegaba la luz, llevándoles a equivocarse. Son especulaciones, que quede claro, pero después de más de 40 años metiendo líneas a remojo - cuando el riego fluye - a uno se le enciende la bombilla y le da un par de vuelta más a las cosas.
Me gustaría mucho saber si os ha pasado algo parecido o si al leer esto recordáis situaciones parecidas que en un primer momento no habíais valorado.