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Una vez, todavía adolescente y en plena manía del bricolaje, levanté del suelo un señuelo horrible que acababa de construir y tuve la gran mala suerte de que una de las poteras se enganchó en el calcetín y la otra entró derechita en mi pulgar. Urgencias, cortecito, un punto y pa' casa. En los treinta y tantos años que siguieron he vuelto a tener pinchazos y he visto más de un anzuelo superar la fatídica barrera de la muerte y quedarse decorando una extremidad o un dedo del que pescaba a mi lado. He visto triples del 5/0 entrar en las manos del desafortunado marinero de turno, señuelos partir gafas ajenas por un lance mal hecho y un estupendo Roosta de 100 gramos plantarse en mi espalda por un pick up cerrado, afortunadamente sin que las ancoretas encontraran la carne.

Hay pescadores patosos y otros desafortunados, los hay que se resbalan y se caen encima de un almohada y otros, como este servidor, que sale volando de una roca y se deja dos codos en la lava con consecuentes fracturas y huesos que se quedan flotando por las carnes. Un amigo mosquero ha logrado partirse los dos brazos y otra vez, si no me equivoco un tobillo. ¿Y a quien, por lo menos una vez,no se le ha puesto el dedo gordo como un melón al chocar con algo en un barco? Y queremos hablar de la marea, esa hola tan inesperada que nos ha levantado los pies y puesto a remojo?

La pesca puede a veces llegar a ser algo peligrosa, cada vez que vuelvo a pensar en aquellas paredes que bajamos en Fuerteventura me pregunto si realmente no se me debería de haber llevado por delante la teoría de la evolución, para dejar espacio a seres más inteligentes. Tontería hemos hecho todos, y lo bueno es que las podemos contar así que aprovechemos de este nuevo artículo para soltarlas pero solo hablemos de anzuelos clavados o situaciones peligrosas en la que nos hemos encontrado porque la en pocos días tendremos más espacio para contar otros tipos de desgracias 🙂

Gracias al amigo Arturo administrador de Peskama, el blog de referencia de la pesca desde Kayak en España, me he enterado con cierto adelanto de que un chico de Valencia había sacado un atún rojo a spinning. Yo estaba en el Delta y durante el fin de semana entre sms y llamadas de teléfono con el amigo Arturo me iba enterando de los detalles. Finalmente se publicó la historia en Peskama y en lugar de contarla yo y adjuntar el vídeo os dejo que la leáis vosotros mismos escrita por el autor, que tiene migas. A mi me todavía me duelen los riñones por el esfuerzo y estoy mareado....

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Hace un par de semanas volví a turbar la tranquilidad de mi amigo Oriol y okupar (con K que suena más radikal, y dale ... 🙂 ) su barco por un par de días. Nos esperaban un sábado y un domingo con una climatología muy diferente, por lo tanto interesantes ya que nos iban a permitir tocar varios aspectos de la pesca en el Delta. Diversión hubo pero no vamos a hablar de ello ahora, sino de un asunto que suma y sigue el de las cañas parabólicas: el uso del monofilamento.

Team Daiwa Bradia 2000 con Fluorocarbono Molix Enki de 8 libras

Los antecedentes remontan al año pasado cuando metí unos metros de nylon en un stradic 1000 que tengo del año de la polka, quería usar más los vinilos sin plomos y con el trenzado  me encontraba a menudo con pelucas complicadas de deshacer. Esta vez, gracias a Pesca Sport pude hacerme con una bobina de repuesto del Daiwa Bradia 2000 que rellené (demasiado, cabezón que soy) con un fluorocarbono Enki de Molix, 8 libritas para quedarme ligero. En primer lugar decir que me quedé bastante sorprendido por lo lacio y suave que era el hilo. Me esperaba algo más rígido pero nada que ver con el fluorocarbono que usamos para los bajos, además este es bastante elástico otra cosa que he apreciado mucho. En pesca, a parte unas cuantas pelucas fruto de mi estúpida manía de rellenar los carretes con TODO lo que lleva la bobina de hilo, me ha divertido tanto volver a usar un monofilamento que no lo he quitado en todo el fin de semana y con ello he lanzado jerkbaits, vinilos, paseantes y todo lo que tenía en la caja.

Es curioso pero el efecto chicle no me ha molestado en absoluto, además estaba usando una Sage que tengo antes de la guerra del 15/18 y que es un sauce y se dobla solo con mirarla, por lo tanto la combinación no podía ser más absurda y tan poco de moda y la respuesta a cada solicitación o tirón que podía impartir a la caña seguramente llegaba al señuelo muy amortiguada y con un efecto muy reducido.

Entre las ventajas que he podido notar seguramente un movimiento menos agresivo de los señuelos, un dato a tener en cuenta con el pescado muy resabiado y poco agresivo, seguramente mejor dispuesto en atacar un artificial que se mueve con cierto ritmo y armonía a otro que viaja como un robot. Sin duda una gran ventaja es la de poderse olvidar del bajo, el ocho libras acababa directo al emerillón, un nudo y a correr, otro mundo: como cambiar de vida, coche u novia.

Curioso notar como la elasticidad del conjunto parecía favorecer el mordisco del bicho, que llegaba a clavarse muy bien los anzuelos, como si hubiese tenido más tiempo para atacar a fondo. A veces con el trenzado se enganchan de milagro, con una punta del anzuelo trasero pinchada en el labio, pero aquí la sensación que tenía era de que nadie o nada intentó arrancarle la comida de la boca. Pero, y a lo mejor resultará curioso, donde más a gusto me encontraba era peleando los bichos, sobre todo las Lubinas. Con la caña y el hilo trabajando al unísono y amortiguando con suavidad los tirones del pez, me notaba mucho más seguro y sin esa inquietud que a veces te entra de poder llegar a perder la captura porque se le rompe la boca o se desanzuela por llegar a arrancarle la punta del hierro de la boca.

Es el resumen que he podido hacer después de unas pocas jornada de pesca y a mucha distancia unas de otras, pero lo que quería manifestar es que me ha dejado buen sabor de boca. Esta combinación "retro" tiene migas, es interesante y a lo mejor también educativa. No está mal volver a pescar como se hacía antaño y darse cuenta que no todo lo que ha traído el progreso es 100% bueno e inmejorable, veo difícil trabajar bien con monofilamento gruesos u con determinadas especies, mover poppers o practicar pescas muy específicas como puedan ser el kabura, Inchiku o Jigging, pero para los curiosos hay un reto: ¿os atrevéis a probar?