Técnica – Popping

Black Grouper (Mycteroperca bonaci)

No se si he llegado a confesarlo en algún momento, pero uno de los peces que más ilusión me hace pescar a popping es el mero, mientras al mismo tiempo, es de los que menos me gusta enganchar a jigging. Las razones, por lo menos para mi son fáciles de entender; a popping es una captura menos frecuente que se agradece mucho, a jigging normalmente se traduce en un animal que llega a bordo reventado y que hay buenas posibilidades de que no se pueda devolver. Quedarse un mero tropical o dos para cenar no tiene ningún inconveniente, son muy sabrosos, pero encontrarse con el tambucho lleno es desagradable.

Yellowmouth Grouper (Mycteroperca interstitialis)

Lo que no tiene en resistencia le abunda en agilidad y sprint. Esa cola corta y muy ancha, parecida a la de los Lutjianidos (Cubera, pargo etc), le permite giros muy repentinos, y tal aceleración que dependiendo de como se manejan los primeros segundos de la lucha, esta puede acabar con un triunfo o una sonora derrota. Pescarlos a popping en aguas relativamente someras, requiere entonces cierta prontitud de reflejos y mucho control en el combate cuerpo a cuerpo, el mismo que acostumbra la Cubera, o el GT en determinados ambientes.

Coral Trout (Plectropomus leopardus)

Entre los meros más bonitos que suelen entrar a los señuelos de superficie pondría la Coral Trout de los arrecifes del Indo-Pacífico y el Black Grouper o Aguají, del caribe. Son animales muy generosos, sabemos que llevan una vida pegados al fondo, y el hecho de que remonten toda la columna de agua para mordisquear un popper tiene merito. A veces, en lugar de atacar mordiendo, pegan un coletazo a la muestra, una actitud que comparten con otros Serránidos como la Lubina Rayada, o nuestro Robalo. Una vez enganchados, su defensa consiste en darse la vuelta y enchufar hacía la cueva más cercana. De lograrlo ya nos podemos despedir de nuestro querido señuelo, porque una vez pegado al fondo cada Mero sabe perfectamente lo que tiene que hacer.

Flowery Cod (Epinephelus fuscoguttatus)

Algunos amigos me han contado de Meros sacados a popping en el Mediterráneo. Un encuentro realmente sorprendente que les envidio mucho, tiene que haber sido una captura absolutamente extraordinaria y una gran sorpresa. Últimamente, y no ha sido por casualidad, en cada viaje tropical he estado usando mucho los stickbaits, al parecer a mis amigos le gusta más ese movimiento sinuoso y lento que el chapoteo de un popper de boca ancha. Los resultados se han visto y lo he pasado como un enano; la temporada caba de finalizar pero ya me están entrando ganas. ¡Uffff..mis meritos coloráos...!

Hace algunos años, antes de que tuviéramos a nuestra hija, mi mujer me acompañaba a menudo en mis viajes de pesca, y lo pasábamos francamente bien. Pescamos juntos en muchos lugares exóticos, Key West, Costa Rica, Nantucket, Australia, Cuba... Creo que ella cuenta con un palmares de especies diferentes mayor que muchos pescadores tropicales que conozco. Finalmente, yo he seguido viajando y la parienta ejerciendo de madre, que no es poco.

En Febrero, tuve un feliz viaje  a las islas Andamán donde además de tener la suerte de coincidir con unos amigos italianos que solo conocía por e-mail o forum, viajaba con una pareja de pescadores encantadores. Prepararlos para el viaje me hizo tener más de una duda, y os explico porqué. Para él obviamente no hay problemas, además es un atleta profesional con lo cual aguanta lo que le eches y puede con cualquier equipo tropical, sin embargo ella, al ser además menuda, presentaba un dilema. No se puede pretender que una mujer aguante todo el día tirando poppers de 100g con un equipo de GT, al final acabaría rota y sobretodo disgustada con este tipo de pesca, con lo cual buscamos una solución alternativa, con la que pudiera divertirse y al mismo tiempo sacar algún que otro bicho.

Así fue entonces, Caranx Medium, Ryoby Safari y trenzado de 50lb para popping y Daiwa Grandwave acoplada con un Catalina 4500 para jigging. Este equipo le permitiría luchar con GT de hasta 10/15 kg y con el de Jigging, a parte los grandes meros y dientes de perro podía más o menos lidiar con todo. La sorpresa, una vez allí, fue encontrarme con una chica muy atlética, extremadamente despabilada, que después del primer día de "entrenamiento" se manejaba con soltura ambos con la caña de popping que con la de jigging, y seguía el ritmo de los demás. Además, y esto es una verdad como un templo, las mujeres, siempre y cuando no se trate de la tuya, suelen escuchar y prestar atención a los consejos con mucha más humildad y atención, y por esto aprenden más rápido.

Visto lo visto, se está preparando aún mejor para el próximo viaje, y no tengo la menor duda de que lo hará fenomenal. Yo encantado de que vuelva a viajar con nosotros, es adorable, se maneja perfectamente en un grupo de hombres asilvestrados y no pudiera encontrar modelo mejor para mis fotos de pesca. ¡Chicas al poder!

No sabía muy bien como empezar este artículo porque es positivo en un 50% y negativo en el otro 50%. Además, habla de unos señuelos que hace una persona que respeto, que he tenido el placer de conocer y que admiro mucho por el trabajo que ha sido capaz de desarrollar, y desde luego no quiero que ese 50% negativo le pueda afectar. Finalmente, pensándolo mucho he decidido tirar para adelante por una sencilla razón, porque el 50% positivo supera con creces la parte dañina y el mal, sin duda se puede solucionar.

El señuelo en cuestión es el Stick Shadd de Sébile, un stickbait disponible en dos medidas (155mm X 90g y 182mm X 160g) ambas hundidas y que justamente fue Patrick que me dejó hace unos meses. Me los llevé a Cuba, tres muestras para ser exactos, dos de las pequeñas y uno grande. Ya que las Cuberas parecían más interesadas a los stickbaits puse la primera en una tarde de viento, pescando en una punta "secreta" de nuestro skipper Vicente. En dos lances había pegado un tren. Lo peleo duro y se suelta. Me cabreo como un ser poseído por el mismo demonio y cuando subo el señuelo me doy cuenta que el cuerpo ha cedido en la parte de la cola, y el alambre ha salido perdiendo anilla y anzuelo. Suponiendo de que se tratara de un problema aislado pongo otro Stick Shadd, esta vez el más pequeño, y sigo lanzando. Por poco tiempo ya que enseguida tengo otra picada. Otra Cubera grande que pelea duro y otra vez pasa lo mismo, el bicho se suelta. Recupero y e doy cuenta de que no se trata de un caso aislado, sino de un defecto de fabricación del señuelo. Las dos mitades del cuerpo están soldadas y en la cola, donde hay menos material, no aguantan la tracción y se abren como una nuez.

Es una lastima porque el señuelo funciona de maravilla y con diferencia ha sido el que más bichos ha pegado, así lo pude confirmar porque con el tercer Stick Shadd que me quedaba he podido continuar pescando. Siguiendo un consejo del mismo Pátrick, he puesto un assist hook en la anilla que une el bajo al señuelo, en el morro del mismo, y a lanzar. Al ser un señuelo pequeño no ha habido ningún problema de ataques fallidos, al revés, utilizando mi nuevo método de seguimiento de la picada, he podido con cada Mero y cada Cubera que le atizaba, logrando resultados increíbles. El señuelo es un arma poderosa, solo le hace falta fiabilidad. Patrick, le leurre est très bon mais est trop faible, je sais que tu peux l'améliorer 🙂