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A ver nenes, que este servidor lleva una estación de amor con los Jerkbaits ¿y vosotros? Así es de sencilla y tremendamente directa la pregunta, ¿Cual es el señuelo de spinning que más os gusta usare en este preciso momento? Porque? Lo habéis descubierto hace poco o ha vuelto a salir del cajón de las cosas perdidas? hay un amigo que lo ha recomendado? Porque pesca más? Porque es más técnico? Porque es más fácil de usar? Porque no tenéis otro?

En fin, hay opciones suficientes para que os estrujéis un poco el cerebro y saquéis unos comentarios interesantes, están habilitados para poder recoger vuestras opiniones...

La verdad es que hasta hace casi un añito, las Barracudas de casa nuestra me dejaban un poco frío. En mi aguado cerebro navegaba ofuscado el recuerdo de un pez muy soso de pescar, que peleaba poco y encima era difícil de engañar con un señuelo. En Septiembre del 2010, durante una sesión endemoniada en el Estrecho me volví a topar con ellos, y mira tu por donde, los animalitos me hicieron sudar las siete camisas antes de poderles fotografiar. "Cosas del Estrecho" pensé en mis adentros, allí la corriente es muy fuerte, que si las mareas, que si el agua más fría, en fin una pelicula para mi solito, como intentando convencerme que al final no era para tanto...pero la mosca ya estaba detrás la oreja.

Este otoño, embarcado con mi respetadísimo skipper catalán, me los volví a encontrar por el camino, inesperados, pero bien recibidos. El primero entró al Habano, pero lo gracioso no fue que intentara zampárselo mientras lo movía de aquella manera tan sexy, sino que se abalanzó sobre el pobrecito cuando lo tenía parado, y a pocos metros del barco: casi me da un infarto. En el mismo día entraron más, y todos seguían el mismo patrón: parada en seco, poca lucha o nadando hacía el barco y una vez cerca una lucha a muerte con caña doblada y freno chirriando como una cotorra en celo.

¡Vaya! Al final me ha tocado hacer la paz y pedir disculpa al sindicato de Barracudas & Espetones, ahora cuando voy a los sitios pregunto:¿Hay Barracudas?

Si me quedaban cuatro pelos en la cabeza el fin de semana pasado se han caído definitivamente; ¡vaya ventarrón que hemos encontrado en el Estrecho! Volvimos a juntarnos con Paquito y Vincenzo y esta vez se añadió al grupo César Pecellín, un señor que los aficionados al Black Bass conocen muy bien y que se aventuraba por primera vez, oficialmente por lo menos, en aguas saladas. La misión era de grabar material para Molix, y es por esto que solo estuvimos pescando con los señuelos de la marca italiana y teníamos a Dani Salas, chico encantador donde los haya, detrás de la videocámara. El primer día de pesca, por la mañana, nos tocó desde tierra, entre olas y algas flotantes salieron una Baila y una pequeña Lubina, este de mano de César, que se estrenaba con maña.

Por la tarde, levante o no levante decidimos aventurarnos en la bahía de Algeciras, donde encontramos las Barracudas en el ruedo, dispuestas a embestir con alegría. Por alegría la nuestra, que por fin pudimos empezar a grabar en serio, ya que a esto veníamos, y según el señor Windguru posibilidades de cumplir con nuestra tarea teníamos muy pocas. Por supuesto se trataba de pescar con señuelos como el Audace, que trincó el primer Barra y cayó en la lucha, a causa del hilo atravesado en la boca del depredador. Despido con tristeza al amigo, ya mullido y machacado al que quería hacer una foto antes de jubilarlo, y robo otro a Vincenzo, así de claro.

Por la mañana del día siguiente amanecemos en el campo de batalla: levante a más de 20 nudos pero un gran experto del Estrecho nos da las indicaciones para poder salir a pescar sin riesgo, y se cumplen a rajatabla. La mar, apenas movida se entrega a un puñado de guerreros sedientos de sangre de...bonitos, y estos, así de generosos y agresivos como siempre no se dejan esperar. Hay picadas espectaculares, carreras, carretes echando humo, peleas a cuchillo, dos bichos en un señuelo, picadas cuádruples, ganadores y perdedores, la historia de siempre que bien conocen ustedes. Pescamos con diferentes señuelos pero esa mañana el mata que remata fue el Proteus 130, el querido calabacín, un cohete que pesca como un condenado. Por la tarde el viento nos asedia y solo nos queda hacer unos remates de grabaciones que teníamos pendientes.

El último día, con el valiente capitán Paquito al timón volvemos a salir, nos espera un panorama parecido al del día anterior pero hay un nuevo plan. Después de ponernos morados con los Bonitos, vamos a peinar un sitio de la costa que gusta mucha a nuestro comandante, y con razón. Después de pocos lances engancho un bicho que me bloquea el señuelo en seco y luego, con tranquilidad empieza a dar señales de vida. El destino decide que para hoy no es y la criatura se suelta. Sigo lanzando el Super Finder, el Nacho Vidal de los jerkbaits un trasto de 19cm por 47gramos; lleva toda la mañana marcando la diferencia con el resto de los cartuchos y no lo quito ni bajo amenaza de quedarme sin vino en la cena. Kapow! Otro mordisco de los buenos y esta vez, bien clavado, el animal no se suelta y da guerra como un machote. Una barracuda larga de Tarifa a Los Caños sube a bordo, y amablemente se deja fotografiar. Vincenzo me acompaña a los pocos minutos con otra, y acto seguido el Levante que vuelve en pompa magna nos aconseja retirarnos para no acabar el día en Portugal.

Pos si chiquillos, tres días de pesca en el Estrecho, mágico como siempre, en contra de vientos y mareas acompañados por Paquito que de spinning por estos lares sabe un rato, en buena compañía y trabajando a gusto. Así se hace y así hay que seguir haciéndolo, que le guste o menos a Eolo.