El otro día leí una frase que me pareció muy interesante: "Hace unos años creía que tenía muchas respuestas sobre la pesca con señuelos, ahora solo tengo preguntas."

Me identifico totalmente en esta frase de un pescador Italiano y le he felicitado por haber sido capaz de describir un concepto tan amplio con pocas palabras, algo alieno a mis capacidades intelectuales, si es que tenga alguna.

Cuando eres joven, y arrancas en este mundillo das la lata a todo el mundo, preguntas, curioseas, te informas, lees, miras los vídeos y te empapas en cualquier fuente de información que te pueda resultar útil.  Esto obviamente si eres inquieto, quieres aprender y mejorar, para los vagos y perezosos el discurso es diferente.

Sin querer entrar en los recuerdos del abuelo, que son cada días más nebulosos e imperfectos, yo mismo he pasado enterito por este proceso y hasta hace unos pocos años creía que había aprendido algo y que tenía respuestas sobre la pesca con señuelos para quienes me las presentaban . De hecho lo hacía pero supongo metiendo la gamba más que nadie, esto es lo que te pasa por valiente. O inconsciente.

Sin embargo a fuerza de tortazos te das cuentas - si no eres un cenutrio integral - que las cosas no son como parecen y lo que hoy te ha valido una pieza espectacular, mañana te servirá para comerte un colín así de grande.  Las respuestas sobre la pesca con señuelos van menguando y poco a poco se transforman en preguntas, eso si, algo más evolucionadas, digamos hasta más complejas. No hay más remedio, si una cosa cierta de repente se convierte en una gran duda, más grande será la pregunta. el asombro del que no sales pone todo más complicado, y el mundo que te habías creado se cae como un castillo de barajas.

Fíjate si la pesca tropical y la de los barbos y carpas a vista son diferentes, por no hablar del jigging y el rockfishing o lo que mañana se invente algún Japo loco en vena de sacudir el mercado del fishing tackle. Pero los ciprinidos asesinos los he descubierto ayer, y que las doradas pudieran entrar al Piper como miuras justo antes del viernes pasado. Es decir, según con quien te muevas te arriesgas a volver a casa con las orejas bajas y el rabo entre las piernas, víctima de aquel mixto de arrogancia e ignorancia - que a menudo viajan de la mano - que te hace ciego y sordo a una realidad diferente de la que conoces.

Además del saber o desconocer, las técnicas de pesca con señuelos evolucionan y el popping tropical que hacía yo hace unos pocos años ahora es diferente, lo que sigue sin inmutar es la imagen del machote que se la juega entre GT y arrecifes colorados ¡ y con lo romántico que es eso! Veo muchos amigos que han cambiado de rumbo, han abrazados nuevas técnicas y se han remangado para aprender cómo moverse entre micro vinilos y jibioneras de mil colores. Los tozudos, aquellos que no tienen miedo en aprender y declarar su desconocimiento, han aprendido y ahora son un punto de referencia para los demás.

Decía aquel que nunca te acostarás sin haber aprendido una cosa más, y cuanta verdad hay en ese refrán. Pero para lograrlo hay que tener ojos y orejas bien abiertas y aún así dudo que llegues un día a tener muchas respuestas sobre la pesca con señuelos, quizás algunas pero el aprendizaje es infinito, y menos mal sino sería todo un coñazo.