Historias del mar

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El otro día estuve viendo un documental que me impactó. El 19 de Enero de 2006 la Nasa lanzó al espacio la naveta espacial New Horizon destino Pluto. Resulta que llegará a su destino el 15 de Julio de 2015, después de más de nueve años de travesía galáctica con una trayectoria calculada al milímetro en base a la órbita y la gravedad de los demás planetas, y empezará a recolectar datos sobre este ex planeta, ahora reclasificado como planeta enano, cubierto de hielo con temperaturas por debajo de los 200 grados bajo cero. Sigo asombrándome delante de la capacidad del ser humano capaz de llevar a cabo empresas tan extraordinarias donde logra superar las barreras del tiempo y del espacio y clavar una naveta en un blanco que dista más de 3 billones de millas. Simplemente alucinante.

Al mismo tiempo no consigo entender como ese mismo ser humano no sea lo suficientemente atento para comprender el daño que está causando al planeta, destrozando sus recursos y la madre de todas las cosas, la Tierra. Contaminamos los ríos, les cambiamos de rumbo, los entubamos, canalizamos, destrozamos los caudales, los estuarios, y finalmente las playas, costas y poco a poco nos cargamos todos los océanos. Sabemos calcular la trayectoria de un cohete que tiene que cruzar media galaxia pero no conseguimos evitar la extinción de miles de especies o cuidar de las Amazonas, nuestro pulmón de oxigeno. Hemos subido la esperanza de vida de 30 a 80 años (y sigue y suma), y nos envenenamos comiendo Atún relleno de mercurio o plantas transgénicas. ¿Somos inteligentes o somos unos idiotas irresponsables? Construimos o destruimos?

Como era de esperar no tengo respuestas a esta preguntas, y probablemente tampoco vosotros ni nadie, simplemente no se entiende así como así, quizás encuentre respuestas en la avaricia, ansia de poder, de dinero y las demás corruptas costumbres de este bello animal de dos patas, pero entraríamos en discusiones filosóficas que no vienen al caso, ya que nuestra pequeña huerta sigue siendo la pesca. Y hacía la pesca nos vamos, para jugar un poco a los adivinos e intentar imaginar que nos esperará de aquí a veinte años, a nosotros o a nuestros hijos.

Si rebobino un poco y vuelvo a mis comienzos en la pesca en mar encuentro distintas facetas que me obligan a hacer trabajar un poco la masa grisácea que flota debajo de la coronilla. Se me ocurre pensar en los días en que atacaba las costas de la Graciosa con unos vedeadores de PVC que cumplían con su doble función: sauna y protección del agua al mismo tiempo. Aquel entonces la pequeña Isla del Archipiélago Chinijo era como un pequeño cofre del tesoro, donde la pesca masiva no había hecho mueca y el spinning desde costa cogía un diferente significado. Entonces las Lubinas patrullaban la costa y solo se cogían ejemplares de tamaño más que respetables además de Anjovas, Sierras, Dentones, Abadejos y el Palometón  despistado que se acercaba durante sus migraciones. Ahora puedes pasarte unas semanas buscando la Lubinas, y eso que es un parque natural donde la pesca está controlada, por lo menos hasta donde pueden llegar ese tipo de controles.

Por otro lado pienso en la historia del Atún Rojo, desaparecido en combate por muchos años y ahora de vuelta y en pelotones compactos y desafiantes, con poco miedo al hombre jugando cercano a la costa y dejándose ver más a menudo de lo que se podía nunca esperar. Si por un lado sube el Rockgfishing como la espuma para rellenar los aburridos días de spinning, por el otro el mundo ha descubierto que no hace falta irse al trópico para sacar el bicho más potente del mundo ya que lo tiene en la puerta de su casa, y encima más hambriento de señuelos lanzados desde lejos que de muestra remolcadas por 400 caballos humeantes.

Son dos ejemplos muy "baratos" porque en la Graciosa se sigue pescando y hay sitios que desde luego están más estropeados pero al parecer por algo que hacemos mal hay algo que se hace bien. Un golpe lo estropea y otro lo arregla y superficialmente podemos tener la sensación de que el ecosistema se mantenga en equilibrio, por lo menos por lo que a nuestra afición se refiere. Ahora viene la pregunta del millón, semiseria que quede claro, pero con ganas de estimular la fábrica de pensamientos de todos vosotros: ¿como estará la pesca de aquí a veinte años?

La pregunta tiene recovecos y se puede fragmentar. Por supuesto me interesa saber como creéis que evolucionará el parque acuático, bien referido a las especies o al estado general de mar y costas pero no solamente esto. Podemos visualizar el camino de la evolución técnica de la pesca con señuelos? Surgirán nuevas modalidades así como el Jigging, Kabura, Inchikú y Rockfishing? Que se inventarán nuestros legisladores, intentarán manipular la afición y seguir apoyando a los verdaderos esquilmadores del mar? Alguien tiene mensajes positivos que nos puedan ayudar a esperar que las cosas vayan a mejor, como ha ocurrido con el Atún?

Ahora poneos todos delante de la bola de cristal y a jugar a ser brujos y si lo lográis llamad a las parientas que de eso si que saben un taco 🙂

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La oportunidad para este artículo me la ha ofrecida mi amigo Eugeni Fors, compañero de muchas aventuras al trópico y buena gente donde las haya. A la vuelta de su viaje a Seychelles me ha enviado unas fotos que me han impactado, sobre todo una de las dos, pero vamos a leer su relato de las dos historias escritos de su puño o mejor dicho, teclado.

"Dejo bajar el jig hasta el fondo, uno 60 m, empiezo a recuperar y a unos diez metros picada de un limón, bicho que, aunque pequeño (unos 6 kg) es bastante peleón; dos tirones fuertes de los que sacan hilo y de repente trancazo como si pasase un camión. Primero me para cualquier movimiento y luego me saca hilo pero de forma contundente. Yo trabajo para arriba y el insiste para abajo.Tengo la sensación que está rozando por el suelo. Noto como unas vibraciones propias de rozar el bajo por el arrecife. Esto dura unos treinta segundos y luego todo sigue como al principio, resistencia y tirones. Al llegar arriba se puede ver perfectamente el mordisco que le mete un gran mero, dejando marcado en su piel la señal de su bocado".

Seguramente la ventura con el mero no es del todo novedosa, habrá pasado a varios pescadores pero la foto de la Serviola sin duda es bastante impactante, no solo el bicho tiene la piel marcadas por los finos y pequeños dientes del mero, sino que también parece un poco aplastado y lo que más inquiera es ver que todo el cuerpo presenta roces, por lo tanto el mero se lo habrá metido bien para adentro y para poder hacer esto ¿de que tamaño habrá sido la boca del bicho y consecuentemente cuanto era de grande el animal?

Vamos al segundo relato de Eugeni: "Con el dientes de perro pasó algo similar pero entre aguas. La víctima fue atacada por un Marlin, dejando en su lomo la firma de su pico. Mi percepción no fue tan clara porque estos bichos, cuando son grandecitos (>40kg), son muy fuertes y sacan hilo cuando quieren. Si recuerdo un par de tirones a medio camino que me hicieron sospechar de una buena captura. Pero la verdad es que todo el combate fue duro, no paró de tirar hasta el final. He de añadir que al principio de combate, se me salió el pomo de la manivela del carrete (?????), con lo que tenia que atinar a meter la dichosa bola en el vástago del carrete y estar concentrado para luchar con un bicho como ese. Al minuto, en una de las vueltas, el pomo salió volando y se fue al mar, y  tuve que terminar el combate recogiendo con un palito fino y muy desgraciado ...".

Esa herida es realmente espantosa, y me sigue resultando increíble como un pez, por cuanto fuerte e peleón, pueda seguir luchando después de que le han desgarrado medio lomo. ¡Enhorabuena¡ a Eugeni por sus bonitas piezas y le agradezco mucho que me haya enviado las fotos para poder compartirlas con los amigos que siguen este blog.

Ahora viene la pregunta: ¿Tenéis alguna historia parecida que contar? Y mejor que mejor, tenéis fotos para documentarlas? Lo que podríamos hacer es que dejéis un comentario y un enlace con la foto que le pertenezca que podéis colgar en vuestro blog o en algún servidor como Picassa, Flickr etc. Espero vuestras aportaciones con cierta curiosidad, seguro que casi todos tenéis historias muy interesantes que narrar.

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En un momento de máximo pensamiento filosófico se me ha ocurrido reflexionar sobre la importancia que tiene un solo minuto en la vida de cualquier ser humano. Esperaba que se hiciera mi té y por ello estaba mirando al reloj, escrutando los segundos que pasaban hasta llegar a los dos minutos que necesitaba. Son unos míseros ciento ochenta segundos, una migaja en la duración de la vida de un homo sapiens y algo absolutamente insignificante en la del universo, sin embargo vitales y sumamente importantes porque es en un minuto o menos que pasan muchas de las cosas más importante de nuestra permanencia por este planeta. Dejemos por un momento de lado las cosas mala o feas, las que nunca queremos que pasen y miramos a las bonitas. El nacimiento de un hijo, encontrar un trabajo, tu equipo que marca un gol en el 90º o aquella picada que se ha hecho esperar todo el día.

fisherman with roosterfish, pescador con pez galloEso es, y siento ser tan simple y volver al tema de la pesca pero esta web va de eso, no pretende resolver los problemas del planeta, por lo menos no la mayoría de ellos :-). Recuerdo un viaje a Panamá de hace algunos años con mi amigo Oriol que no había conseguido tocar un Roosterfish y el último día estábamos juntos en el barco con Ivan y este le decía a Oriol: "Uri, hasta el rabo todo es toro ¡todavía nos quedan unos lances!". Seguimos pescando y ya entrados en el río para volver a David donde nos esperaban para llevarnos al aeropuerto quedaba una piedra para intentarlo. Yo tenía la cámara preparada y Oriol lanza un Surface Bull, pega su Roosterfish y lo saca. Tengo una preciosa secuencia de fotos de la fase final de la pelea, inclusive con saltos del animal, y un recuerdo indeleble de aquel día.

fishermen with sea bass, pescador con lubinaHace unas semanas pescando con San Paquito, el jovencito que me aguanta y me saca de vez en cuando del asilo para llevarme a pescar por el Estrecho, tuvimos tiempo muy malo con mucho poniente y los peces escondidos. Apagamos el fuego con un poco de Nanofishing pero justo al final del último día de pesca, cuando la tormenta nos había dejado un poco de respiro y el sol ya estaba casi a remojo, Paquito quiso hacer una deriva en un nuevo y secretísimo lugar. Con el Piper puesto mi confianza hacía el milagro siempre sube, pero después de unos cuantos lances sin meneos el capitán ya estaba armando a la tripulación para que recogiera los bártulos y se preparara para el amarre. Este servidor se acordó del rabo del toro y siguió pescando arriesgándose a quedarse castigado sin Ribeira del Duero, y de repente un bicho intenta morrearse el sexy Piper y se queda enganchado. Otro Robalo de buen porte quiso homenajear a este italiano cansino e insistente. Otra vez todo cambia en un minuto, el último, como le pasa al Real Madrid ... 🙂

Colorín colorado este artículo también se ha acabado y la palabra va a aquellos que tengan historias parecidas que soltar, como siempre vuestros comentarios son muy bien recibidos. Ciao