Técnica de pesca

La semana pasada estuve pescando en Extremadura y en el Estrecho y curiosamente, aún buscando especies diferentes, unas en agua dulce y otras en mar, he seguido utilizando exactamente el mismo equipo, una Lamiglas Travel XT7025 que lanza hasta 45g y un carrete Team Daiwa Fuego de casting. Creo que ya lo comentamos en el pasado y desde luego no es nada descabellado aprovechar las diferentes ventajas de este tipo de equipos para pescar en agua salada: se lanza muy bien y con excelente precisión, facilitan la recuperación de señuelos que ofrecen mucha resistencia, como los grandes jerkbaits y los crankbaits y sin duda, un equipo de casting permite resolver las peleas en tiempos más breves.

Estuve lanzando por mucho tiempo el Super Finder Jerk, un señuelo de casi 20cm que pesa como un ladrillo, desde luego carne de cañón para el baitcaster, y me encontré muy a gusto porque además de poderlo recoger sin esfuerzos, el modo de empuñar a la caña de casting me ayudaba a jerkarlo mejor y los resultados no han sido ni mucho menos inferiores a los que podían lograr mis amigos que pescaban con equipos de spinning.

Los problemas que le veo son principalmente los de no poder lanzar a gusta contra viento, la escasa velcidad de recuperación y la escasa resistencia al agua salada. Para el primero no hay mucho que se pueda hacer, solo aprender a lanzar mejor pero los otros dos encuentran solución utilizando carretes diseñados especialmente para el agua salada que ya están disponibles en EEUU por ejemplo, ambos en la versión más tradicional o con perfil rebajado como los carretes de casting para Black Bass. El otro día me encontré merodeando por las tiendas on-line americanas en búsqueda de un aliado para mis futuras aventuras, en un momento de lucidez cerré el explorador y no completé la compra pero ha sido solo un hasta pronto, no un adiós definitivo.

La verdad es que hasta hace casi un añito, las Barracudas de casa nuestra me dejaban un poco frío. En mi aguado cerebro navegaba ofuscado el recuerdo de un pez muy soso de pescar, que peleaba poco y encima era difícil de engañar con un señuelo. En Septiembre del 2010, durante una sesión endemoniada en el Estrecho me volví a topar con ellos, y mira tu por donde, los animalitos me hicieron sudar las siete camisas antes de poderles fotografiar. "Cosas del Estrecho" pensé en mis adentros, allí la corriente es muy fuerte, que si las mareas, que si el agua más fría, en fin una pelicula para mi solito, como intentando convencerme que al final no era para tanto...pero la mosca ya estaba detrás la oreja.

Este otoño, embarcado con mi respetadísimo skipper catalán, me los volví a encontrar por el camino, inesperados, pero bien recibidos. El primero entró al Habano, pero lo gracioso no fue que intentara zampárselo mientras lo movía de aquella manera tan sexy, sino que se abalanzó sobre el pobrecito cuando lo tenía parado, y a pocos metros del barco: casi me da un infarto. En el mismo día entraron más, y todos seguían el mismo patrón: parada en seco, poca lucha o nadando hacía el barco y una vez cerca una lucha a muerte con caña doblada y freno chirriando como una cotorra en celo.

¡Vaya! Al final me ha tocado hacer la paz y pedir disculpa al sindicato de Barracudas & Espetones, ahora cuando voy a los sitios pregunto:¿Hay Barracudas?

Nachete por lo de Vidal, vamos el tamaño que si importa, en fin si no entendéis no puedo hacer mucho, el tema es peliagudo. Pero un señuelo de 19cm, que no se haya diseñado por el Trópico sino por la pesca de andar por casa tiene migas, encima pesca 47 gramos, lleva babero, pero la leche ... si es un jerkbait! Sorprende el jodío, asusta también a los más pequeños o los débiles de corazón pero los que lo han probado se han quedado con cara de tonto y rascándose la calva. Uuuuf, se me había olvidado decir de quien estamos hablando, pero si está clarísimo, el Súper Finder el hormonizado de casa Molix, recién parido, por cesárea por supuesto ... ¡con ese tamaño!

Pos na' nenes, la semana pasada en el Estrecho ganó por goleada y me llegan noticias de capturas hechas por todo el Mediterráneo, bien a spinning o bien, para los más perezosos, a curricán ya que la criatura hasta los 8 nudos ni se inmuta. A ver como marcha el trasto ese: se lanza bien, nada del otro mundo pero vuela y ayudado por el peso llega lejos. Le llaman slow floating, si se queda quieto vuelve lentamente a por un bocado de aire, como un Arapaima, pero al primer golpe de muñeca desencadena un movimiento sexi que deja ko a todos los gallitos del H2O. Recupera regular y te sigue como una cascabel, trabajalo a tirones y se va deslizado de aquí para allá ... y más allá, enfureciendo al más Are Krishna de los depredadores; vamos que los saca de quicio.

Robusto es un rato, con armadura pasante y dos anzuelos que se pueden quedar allí hasta para batallas tropicales; lo sacas de la caja y lo lanzas, sin olvidar de atarlo a la línea obviamente. Darle caña al nuevo obús transalpino, el otoño es un mes muy propicio para los depredadores más tochos, que no se queden sin proteínas para el duro invierno: ¡pobrecitos!