Técnica de pesca

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Estas dos técnicas parecen haber tenido poca repercusión entre los pescadores Españoles, quizás les haya faltado alguien que supiese sacarle partido de manera sobresaliente para luego divulgarlas y transmitir sus experiencias a los demás, o quizás sean demasiado medias tintas para generare realmente afición o posiblemente hayan llegado después de que ya todo el mundo había metido la gamba con la divulgación del jigging y nadie quiso repetir, guardando el secreto para su cuadrilla. El hecho es que si el jigging ha subido y bajado en un parpadeo y el spinning sigue con sus fans que parecen aumentar en lugar de disminuir, las bolas de plomo con pulpitos se han quedado un poco en el anonimato.

La verdad es que no tengo mucha idea de cuanta gente pueda estar practicando estas técnicas pero, por lo que veo, en los blogs, forum o Facebook no se habla mucho de ellas entre los ibéricos. Este asunto es cuanto menos curioso porque, por lo que he podido entender de amigos italianos que las practican asiduamente, son ambas muy efectivas y permiten cubrir un abanico bastante amplio de situaciones, a diferencia del jigging que a veces delata sus limitaciones.

El Kabura, con su propensión para trabajar en zonas limpias, sobre todo de arenas, fango y pocas algas, podría tener cierta ventaja en algunas zonas de la costa Española, se me ocurre pensare en el Delta, la costa Valenciana, la de Barcelona y así seguido. ¿Si hemos descubierto que las doradas se vuelven locas con el Piper, no podrían hacer lo mismo con un rubber jig bien maniobrado? Hay una gran variedad de peces que comen criaturas que se esconden entre lodo y arena y el potencial de un señuelo que se mueve por su territorio debería de ser grande. Se me ocurre pensar en las mojarras, pageles, rodaballos, arañas, chicharras y otros más o menos conocidos que seguro les meterían un buen mordisco a los tentáculos del Kabura; ese intruso que levanta arena y se mueve poco ruidoso en su territorio.

El Inchiku sin embargo amplía su zona de caza a zonas de roca y gran parte de la columna de agua, moviéndose hasta donde se mueve un metal jig pero seduciendo el personal con un movimiento más sinuoso, elegante y sobre todos más lento. Me cuentan que no se les resisten ni las Serviolas, y si el amigo Oriol no se equivoca hasta los Atunes, por lo menos así pareció aquella tarde en el Delta cuando de repente se encontró con una caña demasiado pequeña entre manos. Sin embargo parece ser que son los Dentones, Samas y Esparidos en general los que pagan el pato con las balas japonesas y por lo que he podido apreciar, los que las usan con frecuencia no dejan de hablar maravillas de ellas, quejándose, casi exclusivamente, de los anzuelos, al parecer demasiado endebles para aguantar bregas muy violentas. Un fallo que se soluciona, según me cuentan, cambiando los dos anzuelos por uno solo, posiblemente del mismo tamaño pero más fuerte, evitando de caer en el error de cambiar ambos por anzuelos pesados que modifiquen la acción del señuelo.

En fin, tenemos aquí la posibilidad de desarrollar una encuesta entre los que dan vida a este blog, y al mismo tiempo entender si estoy equivocado con mi percepción de las cosas o si alguien tiene más razones que aportar a este sospechoso desamor hacía estas dos técnicas.

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Es cierto que de alguna manera ya somos especialistas en un tipo de pesca, o dos si me apuras; sabemos algo de spinning, jigging, popping tropical, o  rockfishing si realmente existiera una diferencia notable entra algunas de estas modalidades. No sé si algunos de los que siguen este blog también pescan con cebo o al curricán pero digamos que el grupo "hardcore" cuando sale a pesca lo hace para lanzar o bajar muestras.

Lo que me estaba preguntando es si la especialización luego lleva a otra, un peldaño más adelante por el que no solo nos gusta pescar a spinning, por ejemplo, sino que dentro del spinning hemos delimitado el radio de la búsqueda a una(s) especie(s) en concreto o a una técnica, por ejemplo spinning pesado, en la que de alguna manera destacamos o con la que nos encontramos más a gusto.

En lo personal me cuesta un poco decir que haya algo en este momento en el que me he "especializado", he pasado creo por casi todos los niveles de la pesca con señuelos y si antes me manejaba bien con las Anjovas, para luego hacerme al tormentón tropical, luego el jigging y así seguido, ahora sigo practicando muchas de estas técnicas sin concentrarme en una en especial. Puedo sin embargo afirmar que el jigging, que por un cierto periodo he amado mucho y al que he dedicado cuantía de horas, ahora no me atrae tanto así como el popping tropical, pero no la pesca en el trópico, que sigue pareciéndome muy entretenida.

Para ir concretando y estudiando un poco más a fondo mi "alma pescadora" he de decir que hay algo que me atrae más y en el que, de alguna manera me he especializado. Empezamos por el trópico, cuyo calorcito y humedad saboreo siempre menos, seguramente mi pez favorito, el que más me gusta cazar y que quizás mejor se me da es la Cubera. Las feroces embestidas, las rápidas carreras y la corta duración de la lucha me atraen a más no poder, y sobre todos he desarrollado una técnica de combate que tiene grandes porcentaje de éxito y que me divierte mucho. Justamente por el lado opuesto está mi renacida pasión por el spinning ligero, sobre todo si consigo enfocarlo a la pesca de la Lubina o de especies menos "famosas" y que sin duda me motivan como Doradas, Bailas, Sargos y así seguido. Una de las cosas que siempre me ha cautivado en la pesca tropical es la variedad de las especies que se pueden tocar, y esto lo he trasladado por completo a la pesca local, y en cuanto subo por la borda un pez diferente me emociono como un niño chico. Supongo que con el tiempo he alcanzado cierta sensibilidad para lanzar y mover con maña señuelos de pequeño tamaño, y enfrentarme a peces de porte con equipos ligeros, donde un fallo en la regulación del freno o un nudo mal hecho se pagan con un disgusto.

¿Tenéis vosotros un pez favorito en la pesca del cual os habéis especializado? ¿Porque creéis que con ese bicho lo hacéis mejor, y que es lo que en práctica se traduce en esa ventaja? Como siempre estaré encantado de leer vuestros comentarios. Gracias, ciao Nicola

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Eso tiene migas nenes porque hay que echarle un par de narices y decir la verdad, aquí no vale engañar a nadie, ni a los demás ni a nosotros mismos, si es el señuelo pues que el señuelo sea y lo dejamos así. Total no sería la primera vez que me toque pasar por memo, ni la última por lo que sepa. Pero vamos a dar un poco más de forma a la pregunta porque en el fondo no es tan diabólica, al revés, si rascamos la superficie tiene un sentido diferente.

Arranca entonces un nuevo aburridísimo cuento del abuelo, lo digo por si alguien quisiera cambiar de páginas y volver a ver fotos de tías buenas en bikini. Resulta que en estos últimos meses he logrado la gran mayoría de mis capturas en agua salada con tres señuelos muy concretos: Piper y Superfinder de Molix y el Habano de Alle’s Lures. Dejamos por un momento de lado el hecho de que este servidor trabaja para la marca italiana y es amigo de Alessandro Massari (Alle’s Lures) y que usa esos señuelos más que otros, también es cierto que no son los únicos que Molix fabrique, ni que Ale con tanta paciencia construya.

Tampoco es cierto que solo capture peces con ellos, pero una vez que ato al bajo cualquiera de los tres hago cada lance esperando la picada que normalmente ocurre. Ahora el problema es entenderé si hubo antes el huevo o la gallina, que todavía levanta grescas. Tenemos tres posibles casos:

A)     Los señuelos son tan productivos que capturan solos.

B)     La fe que pongo en ellos es tan crecida que hasta me persuado que son más efectivos y cuento cada picada por doble.

C)      Les tengo confianza y sobre todos les he atinado el punto y consigo animarlos de una guisa que resulta muy cierta.

Como los más listos de vosotros habrán intuido, las respuestas A y B son un poco ridículas y personalmente creo que lo que realmente ocurre es que hay algunos artificiales con los que congenias más, y agencias hacer con ellos algo que se te escapa con otros. Esto carga con sus consecuencias, por lo tanto a mayor cantidad de capturas mayor confianza y así seguido, hasta que empiezas a dormir con ellos y apuñalas al menda que quiera quitarte uno de la caja.

El ejemplo más esclarecedor es el del Habano, un paseante que Alessandro había casi dejado de forjar y del que me dio un modelo azul de 100g que me llevé de viaje a Cuba. Con ese señuelo, que nunca cayó en la lid y que todavía conservo como oro en paño, pude con muchos bichos armados de dientes afilados y puntiagudos, y cuando se vino conmigo a pescar en otras comarcas pasó tres cuartos de lo mismo. Otra vez se lució hasta que el amigo acordó volver a fabricarlo y en cuatro medidas diferentes con  la más pequeña que se ha ganado a pulso muchas Lubinas y otros depredadores domésticos. En el último viaje a Sudán Ale me trajo algunos colores nuevos que probé con ganas y ¿sabéis lo que pasó? Que pesqué muchísimo con el, pero sobre todo que una vez más fui el que más partido le sacó.

En fin, si nos pasamos buena parte de nuestra vida buscando el alma gemela, sin darnos cuenta hacemos lo mismo con los señuelos, con la diferencia que cuando dejas de usarlos no te exigen la casa, el coche, los niños…

Paso la pelota a esos ilustres contertulianos virtuales, por si a casa hubiese alguien que quisiera opinar sobre este nuevo e interesantísimo asunto J