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Es cierto, tengo un poco de nostalgia de Gabón, seguramente uno de los sitios más bonitos donde he tenido la suerte de pescar. Tampoco que haya hecho pescas espectaculares, nada de Tarpon gigantes, solo un par de Cuberas decentes, ningún African Threadfin para quitar el hipo… Sin embargo, el entorno absolutamente salvaje e impoluto, los animales del parque que merodeaban por la zona y esa playa de la desembocadura de la lagunade Iguela no se pueden olvidar.

Ya lo comenté en el artículo en su momento, pero con Mario y Alan tuvimos una mágica tarde donde Corvinas y African Threadfin se peleaban por nuestros señuelos y por fin las cañas de surf spinning cobraban todo el sentido del mundo.

Creo que no hay sensación igual al pescar a spinning desde tierra. No hay skipper, ni motor ni casco que te ayude, estás solito delante al peligro, contando solo con tus fuerzas, experiencia y habilidad.

No me importaría intentar volver el año que viene, lo tengo entre mis planes y además ahora, con lo que me he aficionado a la fotografía, podría ser una locura. Cada vez que abro la carpeta de Gabon Febrero 2006 se me encoje el corazón. De ese maravilloso viaje solo tengo 221 fotos, que ahora es lo que normalmente llevo hechas el segundo día de un viajecito cualquiera…

Pues no, no hay report en directo esta vez. Estamos en la isla donde todo está prohibido: GSM, 3G, satelitares.... Cuba no ha cambiado desde la última vez que la visité y hay que adaptarse a las reglas.

Cuando aparecerá este post ya estaremos pescando, entre los arrecifes y los manglares del Sur de Ana María, una zona que desconozco y que voy a visitar en compañía de mi amigo Mario.

Juntos hemos decidido dejar en casa el metal pesado. No hay jigging. No queremos jigging. Así de sencillo. Conmigo tres cañas travel, dos de spinning y una de casting. Una Caranx Medium y una Saltiga MurMura para las Cuberas, que espero encontrar hambrientas y de mala leche.

Será seguramente cuestión de gustos pero una picada de una Cubera en 5 metros de agua me pone mucho más cardiaco que la de un GT. Se que va a hacer, y SIEMPRE lo hace, nunca se equivoca. Va a buscar el fondo y a intentar reventar todo. No hay opción, ni escapatoria. Si el GT muchas veces te perdona, la Cubera NUNCA. Tienes 5 segundos de tiempo para parar su carrera, sino adiós muy buenas, ha roto. Porsupuesto que la lucha que sigue es ridícula, una vez alejada de las rocas la roja cede sin poner mucha resistencia y es aquí donde el GT le vuelve a ganar terreno.

Pero no son solo esos animales con colmillos que nos interesan, vamos a por todo el circo: Tarpon, Snook, Macabí Jureles...si, Jureles, los GTs de los pobres. Y los pescaremos con equipos ligeros si es posible, así me lo aprendí yo hace ya más de 15 años...

Ya os contaremos que tal ha ido...

Mapa de la isla de Sao Tomé

No sabría muy bien por donde empezar. Un viaje de pesca que sale mal deja mucho espacio para la interpretación, especulaciones, pajas metales y todo lo que sigue. Pero así es de crudo y sencillo, volvimos de Sao Tomé con el rabo entre las piernas. Apaleados y castigados por animales desganados y poco agradecidos.

Un pequeño pargo engañado a spinning

No tengo mucho tiempo para alargar el cuento más de lo que me permite el sueño y el mogollón de trabajo que me he encontrado a la vuelta así que voy a ser escueto. Hemos estado pescando como bestias 5 días seguidos para sacar una docena de bichos de tamaño entre mediano y pequeño. No hemos tenido situaciones de gran emoción, descargas de adrenalina o picadas demoledoras. Trabajo. Mucho y mal pagado.

Nuestra primera captura digna de una buena cena. Un spanish Mackerel bien entradito en carne

Eso si, Sao Tomé merece una visita. Mejor dicho, para pescadores que están acostumbrados a viajar por medio mundo encontrarse con un lugar que dista menos de 6 horas de la capital Lusa, es una bendición. Además de esto, se puede contar con un alojamiento de excepción como el del Omali Lodge, buena comida, un barco excelente y un skipper amable, enrollado y paciente.

Una de las piezas mayores del viaje, la que los cubanos llaman cojinua (caranx bartholomei)

Me ha picado la islita de las narices y pienso volver. No puede ser que no haya pesca, ya sea en Príncipe o en  donde tercie. No me lo creo. He visto los profesionales como pescan y lo que pescan, y estos hombres desde luego, sobre todo si han dejado el vicio de la dinamita, no pueden esquilmar aquello. Van con escopetas de perdigones y a lo mejor hay elefantes. Si es que los hay.

Si es que lo hay.

Una semana es una semana. He lanzado señuelos en lugares mucho peores y con peor pinta con mejores resultados. No me rindo. De momento no me rindo y quiero volver. Malditas Cuberas, ¿donde os habéis metidos?