Entre las cosas que siempre me esfuerzo en hacer es reconocer los méritos de las personas que de alguna manera me han ayudado y si bien recuerdo en el blog antiguo puse todo un artículo de agradecimientos para mis mentores. Todos, creo, tenemos alguien especial a quien dar las gracias por habernos metido el gusanillo de la pesca o enseñado a hacer nudos y mover un paseante y aquí tenéis un espacio especial para dedicar unas buenas palabras para estos hombres o mujeres.

A echar gasolina sobre mi ardiente afición ha sido una mujer, de aquellas que antaño había en las casas y que se dedicaban alma y cuerpo a familias ajenas, sobre todo a los churumbeles. Una "tata" come se dice en italiano, niñera por la tierra de Cervantes, y se llamaba Crispa, ahora probablemente de pesca con San Pedro. Nunca le pude dar las gracias por lo que hizo por mi, fíjate tu si la mujer tenía vistas para el futuro que me había preparado para mi trabajo, así que aprovecho este artículo para rendirle un homenaje que seguro que entre una Carpa y una Tenca tendrá tiempo de leerlo. Desde luego no ha sido la única persona que me ha ayudado, pero los demás los puse en aquel post al que me refería antes y ella sin duda ha sido la que arrancó la máquina, por lo tanto este espacio se lo lleva en exclusiva.

Si tenéis un blog os invito a escribir algo para ellos, con el fin de que se quede para la posteridad, ellos lo puedan leer y seguramente quedarse contentos de haber contribuido a desarrollar vuestra afición. Son cinco minutos de vuestro tiempo, muy pocos en comparación con el buen rollo que aportan.