Había visto este documental hace ya mucho tiempo en la televisión y me impactó. A parte la belleza intrínseca del mismo, ver esa masa impresionante de mis peces favoritos despertó el animal pescador y desde entonces sigo soñando con irme a Belice para pescarlas. En realidad ya estuve en el país centroamericano, pero por el viento nunca pude salir de la barrera y los únicos pargos que toqué fueron unos Criollos y Jocú en la barrera interior. Al estar esa costa expuesta a los vientos del norte y del oeste, se levanta mucha ola que impide salir afuera con las pangas que suele usar los lodges locales. En fin, disfrutadlo y soñar con ellas, o docenas de ellas que suben al popper 🙂