Técnica de pesca

Después de la pesca estupenda que me ha regalado en Cork dudo que tarde mucho en ponerlo a la venta en la tienda. El T-Jerk Suspending de 11,7cm me ha dejado de piedra. En primer lugar se lanza muy bien, las bolitas que lleva en el cuerpo hacen su trabajo a la perfección y el pequeño babero no produce demasiado freno aerodinámico. Pero lo que más me ha impresionado, sobre todo teniendo en cuenta que yo no soy un aficionado a este tipo de artificiales que viajan debajo de la superficie, es la acción que tiene.

He probado varios tipo de recupero, lento y regular, lento a tirones y pausas, rápido a tirones y pausas, rápido sin pausas y finalmente muy rápido con la puntera de la caña que jugaba de arriba abajo, “jerkando” con fuerza. El señuelo responde perfectamente a cada uno de estos impulsos, y nunca entra en crisis, se sale del agua o se ajusta en una postura innatural. Al ser suspendido además, durante las pausas se queda quieto, y ha sido justamente en estos momentos que he tenido los ataques que se ha ganado antes de romperle el babero contra un pilón.

Digamos que de alguna manera este señuelo me ha hecho hacer las paces con la familia de los “nadadores”, esos artificiales que se mueven debajo del agua. Dos ataques a vista, a pocos metros del barco no me han hecho añorar mis paseantes, y he aprendido una cosita nueva

El pequeñajo de la familia de los Habanos ha sido el matador en la bahía de Cork y no se si lo podría haber sido también en Kerry, donde no llegué a probarlo. Se lanza de maravilla con una caña de unos 35/40g de potencia pero seguro que sale disparado también con una vara más forzuda, y es una cosa importante a tener en cuenta ya que a veces, también los depredadores mayores, tienden a elegir cebos más diminutos.

Para trabajarlo tenemos la opción más común, la del paseo del perrito, y también un par de alternativas más. Se puede manejar como un pencil popper, con la caña más alta y en velocidad, o como un stickbait última generación, a tirones para que se hunda y suba a flote con un gran movimiento de caderas.

Todavía no está disponible en la tienda, el más pequeño en este momento es el 13cm, pero imagino que lo tendré para primeros de Septiembre, en tres colores esta vez, más lubineros, uno de ellos el chartreuse de las fotos.

A Patrick Sébile desde luego le deberían de dar un premio por su creatividad. Ha sacado una línea entera de artificiales que en su mayoría se escapan de las copias a toda costa y suman conceptos originales por doquier. Que esto luego se traduzca en más eficacia, más capturas o mejor comerciabilidad lo dirá la gente y el tiempo lo validará, pero lo que está seguro es que al hombre no le escasea ni valor ni determinación.

Podemos apreciar los tres enganches, en la cabeza, en el medio y atrás. Los anzuelos se montan en los dos extremos, Patrick recomienda utilizar assist cortos, y el agujero del medio es el que utilizamos para enganchar el bajo.

Nos vimos en Valencia y charlamos un buen rato, luego le vi en Madrid pescando juntos una tarde. Me dejó una bolsa de material suyo para probar, y en el mogollón me llamó mucho la atención un jig que se llama Vibrato. Es, como no, un concepto bastante novedoso en cuanto este jig no se engancha al bajo de línea por la cabeza, sino por la chepa. ¡En medio vamos! El peso del señuelo obviamente está concentrado en la barriga, y le permite bajar en posición horizontal vibrando, y nadando en círculos. Una vez llegado al fondo, en lugar de trabajarlo como haríamos con cualquier jig expresamente diseñado para el vertical, lo movemos más bien como haríamos con un shad de vinilo, con pequeños tirones dejando que se levante del suelo y vuelva a caer, y sobre todo explotando al máximo su distribución del peso y diseño, que se traduce en vibraciones del cuerpo (que se notan en la caña) que sin duda son una de las claves del éxito del señuelo.

Me imagino a muchos trabajadores abismales del Estrecho con los ojos como platos, en aquellos días que la marea les da un respiro, este chisme podría ser un arma mortífera para los Pargos, las Samas, Meros y sin duda las Corvinas, que se pescan en menos profundidad.