Me explico mejor, al tener una tienda conozco los gustos de mis clientes y sin duda el color que más piden es el Sardina, y con cierta diferencia. Seguramente este pequeño pez pasto representa una parte importante de la dieta de muchos de los depredadores marinos, sin embargo su presencia es limitada a algunas zonas del ecosistema además de ser estacional. Si empezamos a enumerar las posibles chuches del clásico depredador costero o pqueño pelágico encontramos una salvajada de opciones en el menú: doncellas, bogas, espetones, boquerones, anchoas, cangrejos, gambas, sepias, chipirones, calamares, lisas, anguilas y por supuesto todos los juveniles de los depredadores que suman otro millar y medio de especies. En fin, que por falta de elección no será ¿entonces a lo mejor no seremos nosotros demasiado conservadores y tradicionalistas? Decíamos con el Señor Mario en Guinea Bissau: "Estoy más estresao que una Sardina en Bijagos", porque hasta los bichos más insignificantes les daban cera, pero aquí estamos en en la cuenca del Mediterráneo y desde luego las cosas con diferentes. Escupid vuestras iluminadas opiniones nenes, que quedan dos días para la Navidad y seguro que nadie tiene ganas de currar 🙂
Técnica de pesca
¿Cuantos somos de pesaditos?
Tengo un poco de prejuicios a la hora de insistir batiendo por mucho tiempo un mismo lugar o volver a pescar por dos veces seguidas en un día o en dos días consecutivos la misma zona; creo que es una herencia que voy arrastrando desde los tiempos en que solo pescaba en agua dulce pero dudo que se trate solo de un capricho. Más de una vez he podido comprobar que en un lugar que en un momento dato ha sido especialmente productivo, al volver las cosas han cambiado radicalmente y no se ve una aleta y no son una o dos veces, sino muchas en las que a pesar de mi reticencia me he encontrado en una situación similar. La otra manía que mencionaba me frena del insistir en lanzar repetidas veces en el lugar exacto, prefiriendo dirigir mis disparos hacía zonas nuevas, donde en principio todavía no se ha visto señuelo.
Entiendo que cada uno de nosotros tendrá experiencias análogas o totalmente diferentes y me doy cuenta que hay zonas donde el problema no se presenta o por lo menos se manifiesta en manera muy reducida: las bajas donde se concentran los pelágicos ofrecen resultados día tras día, independientemente de la presión de pesca. Lo mismo ocurre con las zonas sin estructuras marcadas y donde a pesar de todo hay abundante presencia de pez pasto, con los depredadores que inclusive se juntan con el aviación y se montan unas pajareras impresionantes. Un cambio en el clima puede estar acompañado por importantes cambios en la actitud de los depredadores hasta desplazarlos de un sitio a otro, renovando en un pispas una zona ya batida anteriormente. Finalmente hay zonas de paso o donde los depredadores entran solo en determinados momentos, por ejemplo puntas de piedra, playas someras, desembocaduras de pequeños ríos y arrecifes que se llenan de vida con los cambios de marea o la aglomeración de pez pasto.
Seguro que muchos de vosotros podrán aportar algo más a mis tambaleantes teorías, me encantaría escuchar vuestra opinión y conocer vuestras experiencias; seguro que al estar más cerca del mar que este servidor lo tenéis mejor medido. Los comentarios están abiertos.
Longitud del bajo
Según el pescador con el que esté pescando me encuentro con una gran variedad de medidas que vienen utilizadas para los bajos, bien de monofilamento bien de fluorocarbono. Entre el mogollón encontramos de todo; los que se limitan a poner un cachito de hilo justo para no llegar a atar el señuelo al multifibra, la mayoría formada por los de la "justa medida" y de vez en cuando se dejan ver los del "mejor que sobre que falte" entre los que me siento muy bien identificado.
Ya que mi opinión está clara y declarada, me limitaré a explicar el porque de mi teoría del "mejor que..." y que es lo que realmente significa. Empecemos por la pesca a spinning: en este caso suelo poner un bajo que pase el metro y medio y a veces roce los dos. En primer lugar recordaré que en el 99,9% de mi pesca utilizo trenzados amarillos, por lo tanto un poco más de camuflaje no viene nada mal, y finalmente ya que en nuestras aguas y con los equipos con los que pesco últimamente suelo poner bajos finos, me puedo permitir el lujo de cortar en la parte final un trozo que se presente estropeado y seguir pescando sin tener que volver a montar un bajo nuevo. Estos bajos los ato o bien con un uni to uni o con un wind on cuando se trata de diámetros superiores. Para el Popping llego normalmente a los tres metros, de hecho los wind on que hago para mi mismo, o los que vendo en la tienda tienen esta medida. Me resulta excelente para todo tipo de situaciones y con caña de entre 2,25m a 2,70m. Esos tres metros ofrecen una protección optima en caso de roces y a menudo permiten lanzar sin el uso de los guantes ya que se puede apoyar el dedo indice a la trenza hueca del wind on que no es tan traicionera como el multifibra tradicional, amén de ser más gruesa. Cuando se trata de pesca vertical la longitud la subo hasta los 6, 7 u inclusive 10 metros. Inútil recordar las ventajas que ofrece un bajo tan largo, con desventajas prácticamente inexistentes, quizás más de resistencia en condiciones de corriente muy fuerte, pero nada más de esto. En mi equipo de jigging uso la combinación clásica de Bimini+Bristol knot y a veces algún wind on, aún sin verle ventajas prácticas destacadas.
Ya sabéis como suelo manejarme entre tantos hilos, ahora sería interesante leer las opiniones del resto de la tribu, los comentarios están habilitados.