A Patrick Sébile desde luego le deberían de dar un premio por su creatividad. Ha sacado una línea entera de artificiales que en su mayoría se escapan de las copias a toda costa y suman conceptos originales por doquier. Que esto luego se traduzca en más eficacia, más capturas o mejor comerciabilidad lo dirá la gente y el tiempo lo validará, pero lo que está seguro es que al hombre no le escasea ni valor ni determinación.
Nos vimos en Valencia y charlamos un buen rato, luego le vi en Madrid pescando juntos una tarde. Me dejó una bolsa de material suyo para probar, y en el mogollón me llamó mucho la atención un jig que se llama Vibrato. Es, como no, un concepto bastante novedoso en cuanto este jig no se engancha al bajo de línea por la cabeza, sino por la chepa. ¡En medio vamos! El peso del señuelo obviamente está concentrado en la barriga, y le permite bajar en posición horizontal vibrando, y nadando en círculos. Una vez llegado al fondo, en lugar de trabajarlo como haríamos con cualquier jig expresamente diseñado para el vertical, lo movemos más bien como haríamos con un shad de vinilo, con pequeños tirones dejando que se levante del suelo y vuelva a caer, y sobre todo explotando al máximo su distribución del peso y diseño, que se traduce en vibraciones del cuerpo (que se notan en la caña) que sin duda son una de las claves del éxito del señuelo.
Me imagino a muchos trabajadores abismales del Estrecho con los ojos como platos, en aquellos días que la marea les da un respiro, este chisme podría ser un arma mortífera para los Pargos, las Samas, Meros y sin duda las Corvinas, que se pescan en menos profundidad.
Hace un par de días me ha llegado una caja que esperaba con cierta curiosidad porque contenía unos hilos de la empresa Italiana Asso, sin duda la más importante en mi país y la más conocida internacionalmente. Nos habíamos encontrado en Valencia y les había pedido probar algunos de sus monofilos y fluorocarbono, que me parecían interesantes para nuestras modalidades: Popping y Jigging.
El que seguramente ha llamado más mi atención es el Asso Superfluoro High Stretch, un fluorocarbono muy peculiar en cuanto desarrolla una elasticidad desconocida para este material y que bien se combina con trenzados y monofilos de escasa elasticidad. Creo que podría ser una buena herramienta para el jigging, donde muchos se quejan de los problemas que tiene este tipo de material a la hora de hacer los nudos y por su rigidez generalizada. De momento es disponible hasta 50 libras pero estoy investigando para saber si fuera posible haberlo en diámetros mayores.
También he recibido el Fluorocarbono clásico de la Asso, el Invisible Big Game. Asso le recomienda para el curricán por su gran resistencia a la abrasión y resistencia al nudo, pero al tocarlo no me ha parecido mucho más rígido de otros fluorocarbonos que ya conocemos. Sería interesante probarlo en un 80lb o 100lb para ver que tal funciona.
Last but not least, come dicen los ingleses, el Vertical & Deepfishing, un multifibra que cambia de color cada 10 metros, el mas puro estilo Japo. Una trenza de 8 hebras que no suele aplastarse y mantiene un diámetro uniforme y redondo. Disponible en bobinas de entre 22 y 115lb.
El que no me ha llegado es el que mejor conozco y que me gusta mucho por haberlo probado anteriormente, el Asso Doppia Forza Ultrasoft. Un monofilo ideal para hacer bajos de línea para spinning, popping y jigging. Disponible en resistencia entre 40 y 450lb. Echando un vistazo a su catálogo encontramos tal variedad de monofilos, fluorocarbonos y trenzados que realmente impresiona. Hay hilos por cada modalidad, desde el Carp Fishing, a los bajos para la pesca a mosca, pasando por los shock tippets del surfcasting, bajos e hilos para curricán y cualquier cosa más que se os pase por la cabeza. Y por cierto, el stand de la Asso en valencia era el que más tráfico y visitas tenía, no han parado de trabajar. Buena señal
Hay unas cuantas razones por las que tengo cierta preferencia para los anzuelos grandes y los cordajes cortos. Con el tiempo, he aprendido, o creo de haber aprendido que algunos de los fallos al momento de la picada suelen derivar de estos dos factores, si tenéis paciencia de seguirme os contaré lo que pienso.
1) Una curva del anzuelo más ancha del cuerpo del jig ofrece cierta holgura y si calculamos bien evitará que el gancho se enrede con el señuelo bloqueándose con la muerte, como seguramente habrá pasado en más de una ocasión.
2) Al igual que en el curricán, cuando utilizamos los Kona, podemos aprovechar un anzuelo que tenga anchura suficiente para que la punta sobresalga del cuerpo del señuelo, y por consecuencia una penetración libre de obstáculos. Lo mismo pasa con el jig, si las dimensiones de ancho u alto, superan las de la curva del anzuelo, a pesar de que el jig fluctúe y trabaje a menudo separado del cuerpo, tendrá menos eficacia.
3) Entre dos cuchillos muy afilados, el más fino suele se el que mejor corte, y así lo mismo entre dos anzuelos, el que tenga menor calibre de acero desgarrará más carne y cartílago de la boca del pez. Quizás una ventaja a la hora de clavar pero a la larga se traduce en una desventaja porque el agujero producido por el anzuelo se puede agrandar y acabar en la pérdida del bicho.
4) La selección natural se entiende por si misma, aunque a veces nos sorprendemos encontrando una Araña o un cabrilla de 300 gramos asegurados a un gancho de carnicero del 13/0.
Los cordajes
¿Porque creo que los cordajes cortos sean mejores que los largos? Está claro que hay que ver todo en proporción pero en líneas generales el cordaje corto presenta algunas ventajas:
1) En primer lugar se enreda menos. Así también nos será de ayuda para dominar el inconveniente que podría presentar un anzuelo con la curva demasiado cerrada.
2) Reduce entonces los problemas de enredos no solamente con el jig sino que también con el bajo, cosa que a veces ocurre.
3) Aletea menos, y esto permite que se quede más cerca del señuelo, y consecuentemente de la boca del pez en el momento de la picada.
4) Reduce los enroques, una ventaja realmente a tener en cuenta. Una vez que el jig llega al fondo, un anzuelo montado con cordaje largo tiende a tumbarse sobre piedras o corales, y quedarse encadenado. Lo gracioso es que no es solamente el anzuelo el que queda bloqueado, sino que a veces es el cordaje mismo, que se enreda a una roca arrugada.
Al comienzo, cuando el jigging todavía en el viejo continente gateaba, era casi obligatorio montar los assist más bonitos y con todos detalles. Ahora, en virtud de los resultados y sobre todo de la cantidad de jigs y assist que se quedan en el fondo o en la boca de los bichos, las “decoraciones” han sido arrinconadas. Pero no se trata solamente de una señal de mayor practicidad, también hay una razón lógica detrás de ello. El uso de los tubos termo retráctiles por ejemplo. Recubrir los cordajes parecía ofrecer una mejor estética pero también una mayor resistencia a la abrasión y alargar la vida del montaje. La verdad es que el plástico salta con el primer pez serio y sobre todo endurece demasiado el aparato y merma su eficacia.
Los assist tienen que ser flexibles, articulados y sueltos, pero todo con medida. Un cordaje demasiado lacio podría llegar a presentar problemas así como uno demasiado rígido. En ambos casos nos encontraríamos con un aparato que va sobrado o carece en algún ámbito y no trabaja como debido. Se nos ocurre recordar que es buena norma utilizar los cordajes específicos para jigging, ya que han sido diseñados para ofrecer la justa mezcla de flexibilidad y resistencia, calidades que una vez en pesca sabremos apreciar.
Como habéis podido notar, en este artículo nunca se habla de otro material que no sean cordajes: kevlar, poliamida o Zylon, lo que queráis. Los cables o trenzados de acero y los quitavueltas con anillas no los tomamos en seria consideración ya que, lamentablemente no están a la altura de los otros materiales, comprometiendo capturas excelentes a causa de desenganches improvisos, clavadas en vacío, u roturas indeseadas.
Desde estas líneas lanzamos el aviso de evitar la tentación de montar los assist con la ferralla, a pesar de las grandes cantidades de peces con dientes afilados que podáis encontrar en vuestro camino. Por el miedo de perder un assist por culpa de una Barracuda, se os va el Diente de Perro más grande de vuestra vida. Realmente no merece la pena.