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Mordiscos no le faltan, pero ha aguantado muy bien los dientes de los depredadores

Este sin duda ha sido mi stickbait favorito del último año. Lo he utilizado sin piedad en muchos viajes y por alguna extraña razón, cuando muchos otros señuelos han sucumbido, este siempre se ha salvado. Es un señuelo afortunado, y ahora se merece un descanso en el museo de los grandes supervivientes.

Depredador y presa...

Trabaja como un paseante, si de moverlo así sirviera de algo, sin embargo es cuando adquiere un poco de velocidad que sale a la luz todo su potencial. He logrado hundirle el morro con el fin de hacerle trabajar con cada tirón debajo del agua, reluciendo barriga, sin embargo este no es el movimiento con el que más fácilmente resulta moverlo. Una acción parecida a la de un pencil, con más paradas y más movimiento de la puntera de la caña, muchas veces mantenida a ras de agua, es lo suyo y as así que ha engañado todo tipo de depredador.

Nuestro puro de frente

He logrado que el constructor me hiciese unos cuantos para la tienda y llegarán la semana que viene en dos bonitos colores. Pero lo que estoy intentando es tenerlo en diferentes medidas, para aprovecharlo con todos los depredadores. Buscamos un nombre para el de momento vamos por: Sigaro (puro en italiano), Puro, Habano o Coiba, en fin, fantasía la justa….

Daiwa Speed Jig. Cuerpo entero

El otro día me llegó una caja de artilugios de parte de mi siempre generoso amigo Carles Jaenada de Daiwa, entre ellos un buen puñado de jigs. En este momento, Pesca Sport, el importador de Daiwa trae tres diferentes modelos el Saltiga Sacrifice en versión corta y larga y el Speed Jig, que es el que más me llamó la atención.

Daiwa Speed Jig. Medio cuerpo

Ese pesado de Mario, que bien conocéis por su blog y sus escritos en varias revistas, siempre me ha dato la lata (y ya aquí se podría acabar la frase y no habría ningún error) con los Speed Jigs, que traía desde Japón cuando todavía no estaban disponibles en España. Así cuando los vi en el catálogo me apresuré para hacerme con algunos para probar.

Aquí tengo unos cuantos, de todos los colores y de todos los pesos, solo me falta un poco de agua de mar, un canto o una piedra para tirarlos para abajo y ver cuanto les quieren los bichos. Por la forma que tienen, bastante afilada y con un aumento de grosos en la zona central, deberían de bajar bien y sin embargo mantener un movimiento muy atractivo. Los colores son clásicos, y con el blanco, sardina y rosa tenemos ya montada la triade ganadora. Son disponible sen 150, 200, 300 y 400g.