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A veces la vida te da clases y lecciones que te cambian las perspectivas de las cosas. Este pasado miércoles aprendí una más, de las que duelen, en el alma y en el cuerpo, fue mi particular “Gran Miércoles”, sin olas ni final feliz. Aquí seguido te lo cuento.

La semana anterior, mis amigos Mikel y Jose Angel sacaron un Atún de unos 80kg con un Ranger. Fue un evento, porque creo que ha sido uno de los primeros grandes atunes que se han sacado en el Cantábrico con un equipo de popping. Lo han intentado y logrado en su primera salida, rematándolo en una hora y veinte minutos. Tenía que haber estado allí con ellos pero causas de fuerza mayor me mantuvieron en casa. Cuando Mikel me volvió a invitar aprovechando la buena mar del miércoles no dudé en aceptar, y puesto rumbo norte, remonté media España con destino San Sebastián.

Había más barcos pescando a Popping

Un cumpleaños la noche del Martes nos metió en la camita con un par de Gin Tonic demás pero amanecimos perfectos, y listos para un día muy emocionante. Nos reunimos con nuestros compañeros de aventura , Iker, José Ángel y Juanma, por la mañana en el puerto de Orio, y después de los rituales de preparación zarpamos en dirección Noreste. Los que iban a pescar éramos Iker y servidor, Juamna venía de turista y Mikel y Jose Angel sinceramente no parecían intencionados a volver a pegarse la paliza de la semana anterior. Solo más tarde logré entender de lleno el porqué.

Rojos saltando por todos lados

Los primeros atunes los divisó Iker, desde el fly, y cual mi decepción cuando los vi y pensé que eran delfines… Burdo error! Simplemente eran Atunes del tamaño de mamíferos, y estaban comiendo en superficie muy tranquilamente y casi deslizando por encima de las anchoas. Ningunearon nuestras ofrendas y sin mutarse siguieron en su cotidiana labor. Llegados a la zona caliente de Atunes vimos muchos, pero el estado de la mar, completamente llana, nos dejaba completamente al descubierto, permitiendo a los bichos ver perfectamente los señuelos, el barco y oír los motores desde mucha distancia.

Ahogamos entonces la frustración en unas buenas tortillas, lomo y sidra del país, por lo menos los estómagos se quedaron satisfechos. Después de haber buscado los Atunes más hacía el oeste, nos avisaron que en la zona que acabábamos de dejar se estaba animando mucho la actividad en superficie. Volver y ver cientos de animales pastando a ras de agua fue cosa de un instante y finalmente ahora se les veía comer con ganas, agresivamente y en grupos más cerrados.

La dura e interminable lucha

Después de algunos intentos infructuosos finalmente servidor tuvo una picada; tan suave y delicada al principio cuanto dura y terrible la respuesta del bicho al notar la triple clavada. Empezó el combate de mi vida. La hora y veinte minutos que había durado el de Mikel y José Ángel con el bicho de 80 kilos de repente se quedó como corta, y los minutos seguían incesables. Por mi parte, había cansancio y sudor pero también la determinación de hacer las cosas bien y poder con la bestia, y a parte al principio, cuando un dolor siniestro de lumbares me llamó la atención, nunca volví a dudar de que podía con ello.

Así quedó la pata de mi Saltiga 6000GT

Después de casi tres horas de lucha ocurrió lo que nadie se esperaba. La pata del Daiwa Saltiga se parte y el carrete sale volando con el pick up abierto y se cae al agua. De repente tengo la caña en la mano y el hilo que se me escurre entre los dedos. El Atún se va… Imposible parar la caída del Saltiga, nos ocuparemos de el luego, intentamos manejar el trenzado para recuperar el bicho pero parece que ya no está. Sin embargo, la línea de repente se vuelve a tensar y encontrados unos guante seguimos en la lucha. Esta página de la historia sin duda no me llena de orgullo ni me hace sentir especialmente feliz, pero la desesperación del momento y las ganas que teníamos todos de ver de cerca el animal pudo con la deportividad y su santa madre. Al rato, cuando el animal no estaba a más de 15 metros del barco, el hilo se partió, y con ello todas nuestras esperanzas.

Estábamos todos hundidos y muy callados. Nadie sabía muy bien que decir porque todo había ocurrido tan rápido que quizás, ni estábamos conscientes de los eventos. El Atún había ganado, debía su libertad a la Daiwa Seiko Corporation que había construido una maquina fallada, yo había sido vencido pero no humillado. Y me dolía el alma y el cuerpo. Al final mi espalda se quedó tan tocada en la zona lumbar que por la noche tuvieron que llevarme a urgencia para que me pincharan un buen chute de Voltaren. El dolor era absolutamente insoportable y solamente muy dopado pueda pasar la noche.

Tuve que quedarme dos días más de lo previsto en San Sebastián, aprovechando la hospitalidad de Marimar y Mikel y esperando a que mi espalda me permitiera sentarme sin dolores en el coche y volver a casa. He aprendido una cosa nueva o dos en mi Gran Miércoles, tengo mal sabor de boca por haber perdido el pez de mi vida (lo vi y mucho me temo de que pasaba abundantemente los 100kilos), pero que bonito estar en la bañera del barco con 4 amigos que te ayudan, te apoyan, sudan y luchan contigo y viven exactamente lo que tu. Joder, que lujo!

Bien sûr. Allí dejé mi corazoncito, entre las hortensias y los verdes valles de esta pequeña gema sentada en la plataforma continental americana, tan lejos del continente Europeo, al que pertenece. Flores, la isla más bonita de Azores, y quizás uno de los lugares más bellos de este maltrecho planeta

Flores me tiene enamoradito. No se si más por su belleza o por la pesca, pero creo que ambas facetas ejercen sobre esta pobre alma un atractivo demasiado potente. Volví después de 5 años de ausencia. ¿Que me habrá pasado por la cabeza en todo este  tiempo? Por que demonios no he vuelto antes? Estaba muerto quizas?

Os diré que la pesca ha ido bien, pero para leer todo el cuento chino mejor compréis Pesca & Barcos, que allí tengo más sitio para dejar correr mi verborrea.  Este pequeño blog, se limitará en alojar alguna que otra foto, pidiendo humildes disculpas por el retraso con el cual servidor se ha puesto manos a la obra.

¿Porqué esta isla se llama Flores?
Seriola rivoliana, entre las más buscadas a jigging
Pseudocaranx dentex, conocido como Jurel, sacado desde tierra con equipo ligero
Anovas hay a millones, esta salió a jigging en menos de 20 metros de agua
Otra "Negrita" entre 15 y 20kg, también sacada a jigging
Pesca a mosca en los arroyos de la isla con el Atlántico de fondo

Seriola dumerili (Risso 1810)

Familia: Carangidae
Orden: Perciformes
Tamaño máximo: cm. 190
Peso máximo: Kg. 81
Edad : - - --

 

Hábitat & alimentación: La Serviola desarrolla sus primeros años de vida en pequeños bandos que viven cerca de la costa o en alta mar donde haya unas estructuras fijas (boyas, plataformas, objetos flotantes etc) que le sirven de refugio. Con el avanzar de la edad los bandos se separan en pequeños grupos con los ejemplares más grandes que a menudo buscan la vida solitaria. Prefiere zonas rocosas no muy lejos de la costa o picos y montañas submarinas en alta mar, también se encuentra alrededor de estructuras artificiales como plataformas de petróleo, y barcos hundidos. Entre sus manjares, los favoritos son Sepias y Calamares, pero ataca con ganas a las Bogas, Agujas, Jureles, Palometas y las especies que encuentre en su territorio.

Distribución: La "Dumerili" se encuentra en las aguas más temperadas del Atlántico, oriental y occidental, en el Mediterráneo, Océano Índico, Pacífico, Sur África, Golfo de Arabia, Japón meridional, Archipíelago de Hawai y Nueva Caledonia. Especies parecidas habitan todos los mares temperados del mundo.

Coloración: Dorso marrón o gris oscuro con flancos más claros y con una ligera iridiscencia dorada, vientre claro. Las Serviolas se distinguen fácilmente gracias a una raya oscura que cruzando el ojo oblicuamente llega hasta la primera espina de la primera aleta dorsal.

Cualidades Deportivas: ¡Absolutamente brutal! Parar una Serviola de buen tamaño es una empresa para cualquiera, las primeras fugas son agobiantes y la lucha que sigue tremendamente agotadora. Lo que tienen en fuerza también lo tienen en resistencia y argucia, y aprovechan con cuidado todos los obstáculos que les ofrece el fondo marino donde intentan (y consiguen) romper el hilo. La lucha se desarrolla por la mayoría del tiempo cerca del fondo, donde también es más fácil engancharlas. Son peces muy resabidos que una vez llegados a buenas tallas difícilmente atacan los artificiales, la mejor opción para engañarles es con un jig trabajado cerca del fondo.

Nombres comunes:

Español: Serviola
Catalán: Sérvia
Italiano: Ricciola
Portugués: Charuteiro, Liro
Francés: Sériole Limon
Inglés: Amberjack
Alemán: Seriolafisch
Hawaiano: Kahala
Japonés: Buri-rui