Estaba echando un vistazo a algunos jigs para Black Bass en un catálogo de Molix y me he fijado en que uno de ellos tiene 16 combinaciones de colores entre cabeza y skirt. Entre ellas, hay 6 o 7 que si las miras sin fijarte demasiado parecen iguales. Asombroso el mundo del Black bass, que hace mucho tiempo abandoné, prematuramente añadiría. No es añoranza por el pez sino por lo técnico que llega a ser su pesca, y donde la técnica avanza corriendo, hay mucho que aprender.
En fin, dejémonos de bichos verdes con boca grande y a lo nuestro, de colores va el asunto; por lo trillado que esté el argumento siempre hay algo más que añadir. Me descubro adicto a algunos colores o mejor dicho, tonos, que me dan más confianza que otros, lo que no se con exactitud es porque he llegado a esta curiosa selección pero para esto va a hacer falta un profesional como la copa de un pino, o pasar directamente a la sala de espera del loquero. Saltemos entonces el proceso y lleguemos al grano, que luego os toca a vosotros.
Miscoloresfavoritosson: Blanco, si es posible tipo Albino o Ghost French Pearl, que son los dos que más me atizan. Un día un amigo americano, al preguntarle yo por los colores, me dijo:”You can’t go wrong with white” (Con el blanco nunca te equivocas), y esa frase que comentó con la mayor naturalidad del mundo, como si no hubiese lugar a duda de que yo y el resto del mundo pensáramos lo mismo, me impactó. Con el blanco me quedo. Sardina, plata con lomo negro, color lisa, en una palabra los colores que reproducen la librea de muchos tipos de pez pasto. Estos los uso bastante a menudo, sobre todo en aquellas situaciones ni fú ni fá, cuando tampoco se me ocurre nada mejor o cuando el agua no está por jugar de fantasía. Son como un traje clásico, nunca están fuera de lugar y normalmente suelen funcionar. No hace falta ser un genio para entender el éxito de este tipo de coloraciones, no me lo ha enseñado nadie ni falta hace, digamos que esto va con el ADN. Chartreuse y sus derivaciones. Los pongo y los quito, los quito y los pongo, no sé si me explico. Va a ser que no, pruebo otra vez. Los pongo en determinadas situaciones pero si no les saco partido rapidito vuelven al garaje y hasta luego Lucas. Ahora sí, cuando funcionan apaga y vámonos, no hay quien les supere.
Colores naturales que tiendan al marrón verdoso, posiblemente con cuerpo transparente (ghost). Me gustan. Me gustan bastante pero tampoco los uso mucho, para conocer el porque preguntar a mi psicoanalista, yo no tengo la menor idea. ¿Fluorescentes? En superficie a lo mejor. ¿Doraditos? Vamo’a vè, aquí tengo que confesar que poco los usaba hasta que probé el Piper oro/negro y se me abrió un nuevo horizonte. ¿He estado quizás perdiéndome algo? Solo hay una manera de comprobarlo, y se cual es. Probar más y dejarse de preguntas idiotas. Ya he matizado mi simpatía hacía los cuerpos ghost, pues reitero, y a pesar de tener pocos en mi caja me gustan bastante aunque los use menos de lo que me gustaría y no por falta de ganas sino por falta de modelos. Con los vinilos suelo usar mucho el blanco, el white shad (transparente con brillos), alburno y en general colores muy naturales tendientes más al blanco/gris que otra cosa. En superficie según me de el día, con esos sigo el instinto bestial.
Recapitulando, si tuviese que elegir tres colores serían: blanco, sardina o similares y un marrón-verdoso con cuerpo ghost. Ahora toca a vosotros, soltad los secretos nenes que no se puede estar todo el día chupando del bote...