Después de la pesca estupenda que me ha regalado en Cork dudo que tarde mucho en ponerlo a la venta en la tienda. El T-Jerk Suspending de 11,7cm me ha dejado de piedra. En primer lugar se lanza muy bien, las bolitas que lleva en el cuerpo hacen su trabajo a la perfección y el pequeño babero no produce demasiado freno aerodinámico. Pero lo que más me ha impresionado, sobre todo teniendo en cuenta que yo no soy un aficionado a este tipo de artificiales que viajan debajo de la superficie, es la acción que tiene.
He probado varios tipo de recupero, lento y regular, lento a tirones y pausas, rápido a tirones y pausas, rápido sin pausas y finalmente muy rápido con la puntera de la caña que jugaba de arriba abajo, “jerkando” con fuerza. El señuelo responde perfectamente a cada uno de estos impulsos, y nunca entra en crisis, se sale del agua o se ajusta en una postura innatural. Al ser suspendido además, durante las pausas se queda quieto, y ha sido justamente en estos momentos que he tenido los ataques que se ha ganado antes de romperle el babero contra un pilón.
Digamos que de alguna manera este señuelo me ha hecho hacer las paces con la familia de los “nadadores”, esos artificiales que se mueven debajo del agua. Dos ataques a vista, a pocos metros del barco no me han hecho añorar mis paseantes, y he aprendido una cosita nueva
Realmente no sabría por dónde empezar, el país, la gente, la pesca.... ¿Has tenido alguna vez ese tipo de sensación de que todo ha sido perfecto o casi? Bueno, este es el sabor de boca que me ha dejado mi último viaje en Irlanda donde pasé una semana filmando dos documentales de pesca para Sky TV en Italia.
Pasé una tarde entretenida dándome un paseo por Dublín mientras esperaba a mis amigos y tuve la oportunidad de jugar un poco con la D90. Echaba de menos Dublín, no iba desde mediados de los noventa y estaba encantado de estar allí de nuevo. Por la noche una cena agradable, una visita a un Pub característico y un poco de noche brava en los clubs completaron el día. Conmigo Boris Salnikoff, el director del programa, y Vania Corá el cámara, personas excelentes allí donde las haya. El plan consistía en grabar dos documentales, uno sobre la pesca de la Lubina y el otro sobre el Pollock, tanto a mosca como con señuelos, desde la costa, así como embarcados.
La pesca desde tierra fue nuevamente en Kerry, con John Quinlan, y la bahía de Cork nuestro escenario para la pesca desde embarcación, con Kevin Murphy de guía. Este es un blog, así que intentaré ser breve, además creo que las fotos hablan por si mismas. Los dos primeros días de pesca en Kerry han sido un poco más parados de lo habitual. Tuvimos que trabajar un poco más para encontrar los peces y debido a un cambio metereológico repentino sucedido la semana anterior a nuestra llegada, la lubina no cooperó demasiado. Me las arreglé con 5 peces sobre todo con vinilos y Boris no tuve suerte, luchando contra el viento y con peces que nadaban muy lejos del alcance de su caña de mosca. La pesca de Pollock ha sido otra historia. Los encontramos fácilmente, en un lugar con no difícil acceso y logramos una buena cantidad de ellos. Boris con una línea de hundimiento rápido sacó 4 y a mi me entraron los mismos a los vinilos plomados y saqué tres. John, nuestro guía creo que contó más que cualquiera de nosotros, a pesar de que estuvo pescando menos tiempo. Como de costumbre en el Thatch Cottage Lodge cenamos estupendamente y disfrutamos de un ambiente relajado.
En Cobh nos encontramos en una situación totalmente diferente, y nos esperaba una nueva experiencia. Kevin Murphy nos había preparado un buen plan de pesca non-stop y fue realmente especial. Llegamos en el hotel Bellavista, y después de un té y una breve charla con Kevin y Michael Hennessy, subimos al barco para nuestra primera tarde de pesca. Por alguna razón no pudimos encontrar Lubinas dispuestos a robar nuestros caramelos, pero los Pollocks pululaban por todo el lugar. Probablemente Boris capturó más de 20 mientras yo estaba escaneando la superficie en busca de Robalos, y tres de ellos mordieron el paseante sin llegar a quedarse enganchados. Finalmente, cuando el sol se puso el Pollock subió arriba y empezó a atacar también los señuelos de superficie, y pude desquitarme un poco.
Los dos siguientes días en la bahía de Cork han sido poco menos que increíbles. Las Sea Bass despertaron, en número y en tamaño. Boris perdió su virginidad con el Labrax irlandés y logró engañar 5 de ellos con pequeños gurgles y streamers y yo me hice con 9 peces de hasta 7 libras con un paseante artesanal (Habano de Alle’s Lures) y el Molix T-Jerk en color chartreuse responsable de tres capturas en menos de media hora de pesca debajo de un puente de pilones, incluyendo el Bass más grande de la semana.
Si aprecias la pesca ligera, eres un pescador de mosca, te gusta la Lubina, disfrutar de un lugar agradable con gente aún más agradable, bebiendo buena cerveza Guinness o Murphy y pasar un buen rato, vete a Irlanda y pesca con mis amigos. No sólo te pondrán encima de los bichos, en los mejores lugares, en el momento adecuado, también te harán reír y sentirte como en casa.
Hay unos sinceros agradecimientos que me gustaría poner por escrito. Fabiana Marraccini y Orla Woods de Fâilte Ireland, la oficina del turismo, ¡chicas sois geniales! Lynn y John Quinlan en Thatch Cottage Ireland en Kerry, Kevin Murphy de Bass Fishing Ireland y Michael Hennessy de la Junta de Pesca del south west. Conoceros y pasar el rato con vosotros ha sido un verdadero placer Estoy bien dispuesto a repetir lo antes posible. Go raibh maith agat