Le pido prestado a mi amigo Abe su vídeo de una captura de un Loquillo (Seriola fasciata) de 21lb en Fuerteventura. Esta cañita cada día sorprende más, y no son pocas las personas que en Canarias ya la están utilizando, hasta por encima de sus prestaciones.
Tengo en stock el modelo para carretes de tambor fijo y para los de tambor giratorio y Gabriel Gómez de Squadra tiene disponibilidad de blanks por si queréis un montaje custom.
En el Cantábrico la cosa está que arde y cada día tengo noticias de capturas excepcionales. Atunes de más de 100kg son lo habitual y los que los enganchan los pelean con alternas fortunas. Para todo ellos mi máximo respeto, no es tarea fácil levantar un bicho de ese porte en 1000 y pico metros de fondo con equipos de popping y de jigging.
Entre las hermosas piezas que han salido, un animal de 1,92m que pesaba unos 125kg. Me cuentan que han sido tres horas y medias de combate turnándose. La caña en cuestión era una Tropic Pro EVO TP5660SJ, y el freno, que al principio estaba ajustado en 8kg, poco a poco lo estuvieron apretando y al final quedó en 12kg, una barbaridad.
Me alegra ver que esta nueva serie está cosechando éxitos, sobre todo después de los problemas que tuvimos con algunas de las antiguas, que ahora al parecer pertenecen al pasado. Enhorabuena a los valientes Vascos que se atreven con esos bicharracos, me muero de ganas para subirme otra vez, es que echo de menos al personal de urgencia…. J
A Patrick Sébile desde luego le deberían de dar un premio por su creatividad. Ha sacado una línea entera de artificiales que en su mayoría se escapan de las copias a toda costa y suman conceptos originales por doquier. Que esto luego se traduzca en más eficacia, más capturas o mejor comerciabilidad lo dirá la gente y el tiempo lo validará, pero lo que está seguro es que al hombre no le escasea ni valor ni determinación.
Nos vimos en Valencia y charlamos un buen rato, luego le vi en Madrid pescando juntos una tarde. Me dejó una bolsa de material suyo para probar, y en el mogollón me llamó mucho la atención un jig que se llama Vibrato. Es, como no, un concepto bastante novedoso en cuanto este jig no se engancha al bajo de línea por la cabeza, sino por la chepa. ¡En medio vamos! El peso del señuelo obviamente está concentrado en la barriga, y le permite bajar en posición horizontal vibrando, y nadando en círculos. Una vez llegado al fondo, en lugar de trabajarlo como haríamos con cualquier jig expresamente diseñado para el vertical, lo movemos más bien como haríamos con un shad de vinilo, con pequeños tirones dejando que se levante del suelo y vuelva a caer, y sobre todo explotando al máximo su distribución del peso y diseño, que se traduce en vibraciones del cuerpo (que se notan en la caña) que sin duda son una de las claves del éxito del señuelo.
Me imagino a muchos trabajadores abismales del Estrecho con los ojos como platos, en aquellos días que la marea les da un respiro, este chisme podría ser un arma mortífera para los Pargos, las Samas, Meros y sin duda las Corvinas, que se pescan en menos profundidad.