Con los pies finalmente en la tierra, las fotos bien archivadas y editadas y la riada de e-mails y cosas pendientes ya vuelta a su cauce, me pongo manos a la obra para contaros de un nuevo viaje a las islas Andaman, el sexto creo, si mi vetusto cerebro no me engaña. Para esta ocasión acompañaba a una fantástica pareja de Castellon, y en Port Blair me iba encontrar con un puñado de transalpinos que habían llegado la semana anterior y que se quedaban tres días más pescando con nosotros.
Los italianos, en los pocos días que habían podido salir a pesca a causa de una perturbación, absolutamente anómala para la temporada, habían destapado la Caja de Pandora. Entre olas y lluvia se habían ventilado la friolera de almenos 4 GT por encima de los 30 kilos, con un mammouth que rozaba, igualaba o pasaba los 50 (cincuenta), además de un sin fin de peces más pequeños pero siempre de talla más que respetable. El asunto pintaba bien, pero no era exactamente lo que yo buscaba para mis dos amigos ibéricos en su primera experiencia tropical.
También en nuestro día de estreno el tiempo se puso borde y el único mar que vimos fue dese la terraza de la guest house, hasta que subimos en un par de taxi para ir a visitar la cárcel de Port Blair, donde los Ingleses solían encerrara sus enemigo políticos en los tiempos de las colonias. Un lugar ameno, lleno de colores, preciosas habitaciones individuales y zonas de recreo, con un jardín bien bonito y vistas panorámicas....
Finalmente nos toca, todos a bordo del Halcyon II y del Halcyon III y derechitos al sur, debajo de unos nubarrones que presagian todo menos un ameno día en la mar. Cruzada la barrera de agua y empapados como ornitorrincos por fin empezamos a tirar maderas al agua, en el barco conmigo Antonino, uno de los amigos italianos y bien vigiladitos Eva y Javier, en pleno curso intensivo. Día ameno, pero de mucho lanzar y poco recoger, vamos despacito pero bien.
El día siguiente cambiamos Antonino por Andrea y el muy bestia pega un GT como un mastín. Javi mejora a la velocidad del rayo y Eva, determinada y luchadora como diez hombres juntos se hace con el control de la caña, empieza a disparar cohetes y cobras sus primeros GT con la Lamiglas TP7030SP, o sea la Caranx Medium. Total na'. Embarcamos más GT de los que podemos contar y aquello parece un festín pagano. Lance, picada, lucha GT a bordo y así seguido. Los tres atacan como marines y servidor hace experimentos, algunos non del todo logrado.
Se marchan los amigos italianos y nos quedamos los tres solos en el Halcyon III, un excelente Catamarán de 28 pies que corre come un Marlin. Y justamente el Marlin nos viene de visita un día que Alban decidió sacar una carnada viva bajo petición de Javier. Lucha o mejor dicho luchón apocalíptico, y el Marlin sube abordo para las fotos de ritual. Un animalito que pasaba los 100 kilos, y sin duda una grata sorpresa para todos. Flojo el jigging, con muchas picadas pero peces pequeños, y sin pausas el popping, también en este caso parco en animales de talla XL
Una confirma las Andamán, lugar de buena pesca y mejor ambiente. Una revelación "mis chicos", Eva y Javier. En tres días le cogieron el pulso al run-run tropical y despegaron de Port Blair con un canasto de capturas debajo del brazo y la seguridad de que en el próximo viaje no les va a hacer falta nadie para poderse manejar entre carángidos y bichos con dientes. Y esa sonrisa de Eva cuando sujeta un pez ... claro, como no va a sonreír la mujer con ese hombre a lado que no para de soltar tonterías. Ya ves, lo hemos pasado muy mal, fatal vamos, un desastre. ¿Cuando volvemos a vernos?