Con ese estúpido juego de palabras hemos querido decir que este señuelo nació para pescar el Pavón en Amazonas y sin embargo va estupendamente para Anjovas, Palometones, Lucios y otros bichos de casa nuestra. Lo bueno que tiene es que a pesar de ser bastante grande, mide unos 16cm, no es excesivamente pesado, solo 42 gramos, y se puede lanzar con equipos relativamente ligeros. Esta es una cosa que me llama mucho la atención porque después de tres siglos de pesca en el trópico, en la pesca de andar por casa me sienta fenomenal rebajar el calibre de los equipos y pescar más ligero. Se trabaja bien paseando el perro, aguanta algún que otro tirón más brutote de lo normal, y hasta marcha bien en dead sticking, o sea haciéndose el muerto en la superficie. El problema es que es un señuelo complicado de encontrar, yo he tenido que sobornar al sobrino de Juan Antonio Evergreen para que me consiguiera uno, que además tiene un color poco marinero. Tengo que volver a por mis ríos Lucieros para probarle, u en un fin de semana en aguas saladas, pero tengo muuuuuchop miedo a que le pase algo, ya sabéis ¡hijo único!