No se si he llegado a confesarlo en algún momento, pero uno de los peces que más ilusión me hace pescar a popping es el mero, mientras al mismo tiempo, es de los que menos me gusta enganchar a jigging. Las razones, por lo menos para mi son fáciles de entender; a popping es una captura menos frecuente que se agradece mucho, a jigging normalmente se traduce en un animal que llega a bordo reventado y que hay buenas posibilidades de que no se pueda devolver. Quedarse un mero tropical o dos para cenar no tiene ningún inconveniente, son muy sabrosos, pero encontrarse con el tambucho lleno es desagradable.
Lo que no tiene en resistencia le abunda en agilidad y sprint. Esa cola corta y muy ancha, parecida a la de los Lutjianidos (Cubera, pargo etc), le permite giros muy repentinos, y tal aceleración que dependiendo de como se manejan los primeros segundos de la lucha, esta puede acabar con un triunfo o una sonora derrota. Pescarlos a popping en aguas relativamente someras, requiere entonces cierta prontitud de reflejos y mucho control en el combate cuerpo a cuerpo, el mismo que acostumbra la Cubera, o el GT en determinados ambientes.
Entre los meros más bonitos que suelen entrar a los señuelos de superficie pondría la Coral Trout de los arrecifes del Indo-Pacífico y el Black Grouper o Aguají, del caribe. Son animales muy generosos, sabemos que llevan una vida pegados al fondo, y el hecho de que remonten toda la columna de agua para mordisquear un popper tiene merito. A veces, en lugar de atacar mordiendo, pegan un coletazo a la muestra, una actitud que comparten con otros Serránidos como la Lubina Rayada, o nuestro Robalo. Una vez enganchados, su defensa consiste en darse la vuelta y enchufar hacía la cueva más cercana. De lograrlo ya nos podemos despedir de nuestro querido señuelo, porque una vez pegado al fondo cada Mero sabe perfectamente lo que tiene que hacer.
Algunos amigos me han contado de Meros sacados a popping en el Mediterráneo. Un encuentro realmente sorprendente que les envidio mucho, tiene que haber sido una captura absolutamente extraordinaria y una gran sorpresa. Últimamente, y no ha sido por casualidad, en cada viaje tropical he estado usando mucho los stickbaits, al parecer a mis amigos le gusta más ese movimiento sinuoso y lento que el chapoteo de un popper de boca ancha. Los resultados se han visto y lo he pasado como un enano; la temporada caba de finalizar pero ya me están entrando ganas. ¡Uffff..mis meritos coloráos...!