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Outcast - Fishcat 4 deluxeQue me cuenten a mí los expertos como se maneja uno con el pato en el mar. Imagino que de coger olas ni hablar, le veo yo al engendro poca estabilidad como para romper el agua con la proa y mantener al pájaro que lleva dentro con la cabeza para arriba. No se a lo mejor me equivoco. Es que me he metido en la cabeza lo de jubilar mi antiguo "donut", de esos que había en el pleistoceno, prácticamente una rueda de camión con una tela y una especie de braga que te sujetaba por los "eggs" con medio cuerpo en el agua y la espalda doliendo lo que no está escrito.

Los patos del siglo XXI son otra historia, ahora parecen barcos offshore, van más rápidos, te permiten sentar más alto y mejorar la visión y la acción en pesca, tienen sitio para guardar las cosas y aguantan más peso, por lo menos mis 85kg (...y pico...) y ofrecen un respaldo en condiciones. Justo la semana pasada lo he echado en falta. Las carpas navegaban como U-Bots a punto de disparar el torpedo entre las hierbas y para llegar a lanzar por ahí casi acabo con el gorro como una ninfea.

La verdad es que soy un jodido caprichoso y me he empeñado en que ahora el pato me resulta absolutamente indispensable y que le voy a dar gran uso. "Y fíjate si lo puedo usare en agua dulce, e imagínate los sitios en mar donde le puedo sacar provecho",  y así seguido. En fin, convenciéndome de que o me hago con uno o como mínimo me da un patatús, sino no es que la palmo por la desesperación. Igual que hace 45 años, solo me falta tirarme al suelo y pegar puñetazos llorando como una Magdalena. Y estoy a tanto así de hacerlo.

Es que se me ha metido en la cabeza un sitio en el mar donde estoy seguro que podría ser de mucha ayuda, ya que andando no llegas y con el barco no puedes pescar a conciencia. Fíjate que creo que ni el kayak allí se manejaría bien y lo digo por haberlo probado. Lo que sería fantástico del pato es poder navegar hacía adelante y no como un cangrejo, pero todo no se puede pedir y alguna desventaja tiene que tenerla. Los que le podrían sacar mucho juego son los que tienen la posibilidad de pescar la desembocadura de los ríos, en modo especial aquellos cuya orillas son impracticables y donde es difícil si no imposible meterse con un barco. ¡Qué gozada pescar la Lubina como el Black Bass!

En fin, en cuanto encuentre algo de dinero debajo de una seta me tiro a degüello y me encargo un Fishcat como los que he puesto en la tienda, lo suyo sería hacerme con el Prowler pero eso ya es para gente con poderío, a los autónomos les está prohibido por decreto ministerial. Pero por favor, que asomen la cabeza los que ya lo usan para pescar en agua salada y me cuenten sus aventuras, me muero de ganas por saber cómo les va.

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Este paseante me tiene loquito, bueno en realidad hay muchos paseantes que me gustan pero este tiene una cosita que me hace “muscho” tilín. Se mueve como una bailarina de samba menándose de aquí p’allá de manera sensual y embaucadora. Es un bribón de dar y tomar. Resulta que llevo unos meses detrás del nuevo WTD 110, desde que tuve en mis manos el primer prototipo que finalmente fue ligeramente modificado hasta llegar al modelo que está ahora en la tienda.

Para un sujeto que pesca sobre todo en agua salada y que además está bastante enfermizo con el tema del top wáter, la llegada de un paseante de tamaño interesante ha sido como la aparición de los Reyes Magos en el bar de la esquina. No he seguido personalmente el desarrollo y las modificaciones pero llámala casualidad o lo que quieras, Vincenzo, el que lo ha puesto a punto, ha llegado a la misma conclusión a la que hubiese llegado yo. Un paseante con su propia personalidad.

Así es. Lo lanzas, muy bien por cierto, y el menda se planta en el agua y desaparece por un segundo. Finalmente, una vez satisfecho de su exploración subacuática emerge, asomando la punta de la cabeza y dejando el resto del cuerpo a baño maría, en posición casi vertical. El equilibrio está medido al milímetro, sin compromisos, lo que se ha buscado ha sido el mejor movimiento en agua. Amén. Con la puntera de la caña le llamas a ti, se sacude cuatro gotas y avanza mirando coqueto por los dos lados sacando el trasero a flote, la estela que deja te avisa de que ha empezado el Harlem Shuffle.

Ahora tienes unas cuantas opciones para familiarizarte con él, puedes recogerlo como un perrito cualquiera y te será fiel respetando el meneo de la puntera de la caña, pero no te dejes embrutecer por lo ordinario, mira un poco más lejos. Para un secundo, empieza una historia diferente. En lugar del tikitaca usa la caña entera para sacarle todos los caballos y trabájalo con tirones y pausas, dejando que se zambulle y vuelva a asomar el lomo, seduciendo a los depredadores más espabilados. Tirones largos y continuos, nada de arrancarlo de cuajo y hacerle saltar fuera como un volador, así no mola.

Las pausas seguro que se llevarán más atención de la que podamos pensar. Una vez quieto el WTD 110 se vuelve a sentar pero la Anjova que le seguía con interés no dejará de probar que tal sabe y aquella Lubina que viaja un metro debajo de las olas, que ahora menean al señuelo como un pez muerto a flote, quizás llegue a interesarse. Un pequeño tirón y el paseante se recompone, cobra vida y lanza un brillo tentador desde el flanco. Vuelve a seguir las órdenes, y una vez más deja espacio a nuestra imaginación, dale ahora tironcitos secos y muy cortos y verás lo que hace. Se queda en el agua, no se enreda, no salta fuera como un impala, y sacude la cabeza que parece estar diciendo no, pero es que si, le gusta al jodío y probablemente al depredador de turno que pasa por allí. Habrá que meterle caña ahora que llega la primavera, desde luego habrá que hacerlo.