A orilla del Mar Rojo: pesca ligera en Sudan

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Dejad que me ponga algo caprichoso, hoy me he despertado así. A veces me preguntan cuál ha sido mi mejor viaje de pesca al trópico y es probable que hace algunos años hubiese ofrecido cierto tipo de respuesta. Sin embargo, con algún kilo demás, canas incipientes y menos ganas de jugar al machote inmortal, ahora mi respuesta es muy diferente. Os contaré de la pesca a orilla del mar rojo: pesca ligera en Sudan.

Una vez dejada atrás la necesidad de los chorros de adrenalina de la pesca al GT, de los combates a cuchillo y de la búsqueda del monstruo para la foto (cuberas aparte), lo que realmente motiva es la pura y sana diversión. Cuota importante de la diversión es lo de poder pescar andando, en lugar que agarrado a la borda de un barco. No hay color, la pesca desde orilla es insuperable, muy a pesar de las limitaciones que comporta.

A orilla del Mar RojoOtro importante fragmento de la diversión es lo de pescar a vista, algo que todos deberíamos de poder probar ya que, si todavía es adrenalina lo que se busca, esta tiene cantidad. Ver el pez que buscamos nadar delante nuestro en busca de alimentos, a tiro, no tiene precio. Hay que aguzar los veinte sentidos, mantener la calma y lanzar con la precisión y delicadeza de un arquero zen.

A orilla del Mar RojoOtra porción de diversión te la aporta la abundancia de peces que, podría traducirse en muchas picadas, pero no siempre, como bien sabemos. Sin embargo, la presencia de los animales si que es motivo de alegría, siempre. Nos sube los ánimos y aún sin tener muchos ataques por la densidad de aletas que nos rodean, hay alegría en el cuerpo. Lo de pescar en un desierto no mola.

A orilla del Mar RojoFalta el sol y el calor. Para gustos se hicieron los colores y para mí el trópico. Soy animal "termofilo", tal lagarto o cubera, no me gusta el frío y el agua por lo menos tiene que estar como una sopa para que realmente goce del clima. Hasta luego vadeadores, me meto en el agua en bermuda hasta los cataplines sin sufrir una pizca de molestias y tiene que hacer de noche para que me saquen de allí.

A orilla del Mar RojoToda esta premisa es para llegar a hablar de uno de los viajes de los que conservo mejor recuerdo, ya en plan cincuentón en babuchas. Corría el año 2012 y Nicola Vitali (en la foto) de Wild Sea Expeditions, me invitó a Sudan para que conociera aquellos arrecifes y las posibilidades que tenía la pesca de tierra, ya que en el camino nos íbamos a encontrar varias islas muy pequeñas con unos bajíos, de coral o de arena, donde poder pescar con equipos ligeros.

A orilla del Mar RojoMe lo pasé genial pescando desde el barco GT, Snapper y otros terribles animales, sin embargo ha sido cuando he podido mojar mis escarpines de neopreno que realmente lo he pasado como un enano. El encuentro con los Titan Triggerfish, mejor conocidos como ballestas de colorines, fue revelador, encontré mi segunda juventud de "fisherman" y volví a hacer las paces con el trópico.

Pues así es y así os lo he contado, Nicola Vitali me amenazó hace unos días con llevarme otra vez por allí y mi amigo Edward Trute me envió hoy un email hablándome del mismo sitio y ya me estoy poniendo cardíaco. Además este año toca otro encontronazo con las Cuberas en mi otro lugar favorito por lo tanto el año se presenta harto emocionante, hay que tener paciencia. Todo llegará. A orilla del Mar Rojo.

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One thought on “A orilla del Mar Rojo: pesca ligera en Sudan

  1. Abe

    ¿Cardíaco?, jeje, así andamos por aquí y aun nos faltan 20 días..... De siempre he dicho que la pesca desde orilla es mucho más todo que embarcado, esos pocos sitios que hay por aquí en los que caminar con el agua por los "cataplines", como dices, son increíbles, no encuentro para expresar esa sensación de ver tus presas a través de las gafas polarizadas.

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