En estos años, hablando con pescadores de todo el mundo, he ido investigando sobre un asunto tan espinoso como el de los colores de los señuelos. Como es fácilmente comprensible cada maestro tiene su librillo y existen diferencias y coincidencias interesantes entre las valoraciones de unos y de otros, personas que a veces viven a miles de kilómetros de distancia, hasta en diferentes hemisferios.
Una gran mayoría coincide con que el blanco es un color que nunca falla, algo que, por ejemplo, no suelo comprobar entre los pescadores españoles que probablemente todavía no le han descubierto el potencial. “You can’t go wrong with White” decía un excelente pescador y artesano de señuelos del NE de EE. UU. Nunca faltan señuelos blancos en mi caja.
Hay teorías muy dispares sobre el color sardina, algunos dicen que es un gran color para aguas claras, otros para aguas muy azules cuando entran las mareas fuertes, y finalmente muchos le consideran un color universal y 100% versátil. Veredictos parecidos sobre algunos de los colores de los señuelo naturales para el mar, el konoshiro, nuestra lisa, el katakuchi, la anchoa, el wakasagi, un pez pasto muy conocido en Japón que de alguna manera recuerda otro forraje escamudo de nuestras aguas así como el ayu, ausente en nuestras aguas y sin embargo color tremendamente efectivo En línea general estos colores se suelen utilizar en aguas bastante limpias, aunque haya fuerte presencia de espuma, funcionan en condiciones de luz escasa y los que suelen ser más cromados también vienen bien en aguas más tomadas, rías o estuarios.
Un color muy emblemático es el chartreuse, ese amarillo un poco - o muy – chillón y sus derivaciones más o menos verdosas. Se suele considerar color mortal en aguas tomadas o verdes, fruto de mareas fuertes que revuelven el fondo y levantan los sedimentos. En señuelos de superficie quizás no retenga ese valor estratégico tan determinante y seguramente se adapte a diferentes situaciones, el amarillo flúor, por ejemplo, es muy eficaz con las anjovas, pero ya sabéis, cada mundo tiene sus historias y lo que funciona en un lugar, no necesariamente funciona en otro, aunque mejor probar, nunca se sabe.
Llegamos al color Akakin, ese rojo/dorado que tiene un utilizo muy puntual, y que no todos se atreven a atar al final de la línea. Un amigo japonés, excelente pescador de lubina, me contó hace unos años que para él era el color ideal para pescar en aguas tomadas en días soleados. Decía que en Japón había sido creado para ese propósito. Aquí creo que se le dé un uso parecido, no lo he podido comprobar personalmente pero no le veo como una máquina de sacar peces en aguas claras. Evidentemente, si se utiliza para pescar lubinas tendrá un utilizo y una eficacia diferente del que podrá tener pescando rascacios cerca del fondo, o dentones a jigging. Siento tener que generalizar un poco, pero si empezamos a extendernos este va a ser de largo como Los Pilares de la Tierra.
Hablemos ahora del rosa en todas sus variantes, tanto el color pleno como las mezcla tipo “Candy” o similares. Entre todos los colores de los señuelos es es uno que por una razón u otra ha funcionado siempre, y en cualquier técnica de pesca, desde el jigging hasta el top wáter. Se decía que era un color poco lubinero pero es mentira, creo que los cazadores de seabass se lo tenían bien guardadito, y poco a poco se va descubriendo su tremenda efectividad. Es un color que se adapta a una gran variedad de situaciones, con señuelos rosa este servidor ha sacado peces en todos los lugares del mundo donde ha tenido la suerte de pescar y creo que no se le ha escapado ninguna especie. Me gusta mucho como funciona en días claros y soleados, pero un tono más obscuro de repente se transforma en matador en días nublados o en horas de poca luz.
El negro o los colores muy obscuros entran en ese nicho limitado por las horas menos luminosas del día, inclusive la noche. Sin embargo, a mí me han funcionado muy bien en aguas muy tomadas, y tengo amigos en la costa este de EEUU o en gente que pesca en los estuarios de Australia que han podido corroborarlo. No podríamos decir que se trate de un color muy natural, si es que “natural” signifique realmente algo, sin embargo, es un color totalmente sólido, que hace destacar la silueta del señuelo contra el cielo o un fondo poco claro, con limo y detritos en suspensión. Que cada cual traiga sus conclusiones.
Paramos aquí, seguramente vuestras aportaciones mejorarán y ampliarán cuanto escrito, repito no son exclusivamente opiniones mías sino una recopilación muy resumida de charlas sobre los colores de los señuelos tenidas a pie de agua en estos veinte últimos años. Como siempre me interesa mucho escuchar vuestras opiniones, podéis poner vuestros comentarios aquí o en Facebook
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