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El Brugas en versión original

Ya había oído muchas historias sobre este señuelo de Molix y me parecía bastante curioso que un señuelo aparentemente tan normal pudiera tener tanto éxito y con especies muy diferentes. La primera campana sonó en el Estrecho cuando el amigo Vincenzo se marcó un doblete de Lubinas en un pedruzco que seguro estaba bien trillado por los locales. ¡Un lance y zac! Segundo lance y cae otra ! Ya estaba la mosquita tras la oreja, así que la mañana siguiente lo puse y pegué un par de Bonitos, así como el que no quiere la cosa. En Bolonia, durante la feria pude hablar con muchos compañeros que pescan en diferentes partes de Italia y me entero que Marco, un chico que vive cerca de Venecia pesca en el delta del Po y para los Palometones usa sobre todo el Brugas que, según dice es probablemente el señuelo más eficaz que haya probado. Finalmente, pescando con Oriol en el Delta me entero de que a un Brugas que le había dejado le ha entrado un Atún que al poco se soltó. Le enseñé mi caja de señuelos y saqué el Brugas que tenía montado con un anzuelo sencillo, listo para ser usado. A la primera pajarera que encontramos lo lanzo y mientras recupero la línea se afloja, un segundo después un Atún ya de tamaño dolor de espalda se  manifiesta en toda su gordura y con delicadeza abre la boca, escupe el milagroso señuelito y se da la vuelta. A la siguiente pajarera otro Rojo le mete un bocado pero no se deja atrapar pero las pruebas son incontestables, ese pequeñajo funciona.

El Brugas con los anzuelos originales y en la derecha ya con "hierros" para el atún

¿Pero porque le gusta a tantas y diferentes especies? Personalmente creo que su primera ventaja es la de poderse lanzar lejos, para una pesca como la del Atún u del Palometón desde tierra seguramente es una ventaja. Tiene un movimiento muy atractivo, menos nervioso del de un jerkbait y además en virtud de la distribución del peso tiene una acción ganadora hasta en caída, con un movimiento tambaleante que simula un pez a punto de palmarla que se va hacía el fondo. Baja bastante y según se trabaje se puede hacer nadar a diferente profundidad, una versatilidad interesante a la hora de escanear las diferentes capas de agua y finalmente no lleva sonajeros de ningún tipo, algo que empieza a gustarme cada día más.

El Brugas montado con anillas de de 57kg y anzuelo Decoy del 4/0

Para las Lubinas se pueden dejar los anzuelos originales pero el Palometón ya requiere un pequeño cambio, con unos triples más robusto o un sencillo en la cola (es un señuelo corto). Si se quiere utilizar para el Atún entonces es indispensable ponerle un sencillo en la cola, hasta con un assist muy corto y cambiar la anilla del morro y la del anzuelo para unas más fuertes. El Brugas mide 85mm y pesa la friolera de 20g, ¡vámos más compacto imposible!En fin amigos, colaborar con una marca seguramente hace que uses mayoritariamente sus señuelos, pero esto te permite descubrir poco a poco ventajas y flaquezas de cada uno de ellos, y como soy una persona instintiva una vez que encuentro algo que me gusta aquí lo pongo para los curiosos que siempre están buscando cositas nuevas. Gracias por vuestra conmovedora atención 🙂

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Hace un par de semanas volví a turbar la tranquilidad de mi amigo Oriol y okupar (con K que suena más radikal, y dale ... 🙂 ) su barco por un par de días. Nos esperaban un sábado y un domingo con una climatología muy diferente, por lo tanto interesantes ya que nos iban a permitir tocar varios aspectos de la pesca en el Delta. Diversión hubo pero no vamos a hablar de ello ahora, sino de un asunto que suma y sigue el de las cañas parabólicas: el uso del monofilamento.

Team Daiwa Bradia 2000 con Fluorocarbono Molix Enki de 8 libras

Los antecedentes remontan al año pasado cuando metí unos metros de nylon en un stradic 1000 que tengo del año de la polka, quería usar más los vinilos sin plomos y con el trenzado  me encontraba a menudo con pelucas complicadas de deshacer. Esta vez, gracias a Pesca Sport pude hacerme con una bobina de repuesto del Daiwa Bradia 2000 que rellené (demasiado, cabezón que soy) con un fluorocarbono Enki de Molix, 8 libritas para quedarme ligero. En primer lugar decir que me quedé bastante sorprendido por lo lacio y suave que era el hilo. Me esperaba algo más rígido pero nada que ver con el fluorocarbono que usamos para los bajos, además este es bastante elástico otra cosa que he apreciado mucho. En pesca, a parte unas cuantas pelucas fruto de mi estúpida manía de rellenar los carretes con TODO lo que lleva la bobina de hilo, me ha divertido tanto volver a usar un monofilamento que no lo he quitado en todo el fin de semana y con ello he lanzado jerkbaits, vinilos, paseantes y todo lo que tenía en la caja.

Es curioso pero el efecto chicle no me ha molestado en absoluto, además estaba usando una Sage que tengo antes de la guerra del 15/18 y que es un sauce y se dobla solo con mirarla, por lo tanto la combinación no podía ser más absurda y tan poco de moda y la respuesta a cada solicitación o tirón que podía impartir a la caña seguramente llegaba al señuelo muy amortiguada y con un efecto muy reducido.

Entre las ventajas que he podido notar seguramente un movimiento menos agresivo de los señuelos, un dato a tener en cuenta con el pescado muy resabiado y poco agresivo, seguramente mejor dispuesto en atacar un artificial que se mueve con cierto ritmo y armonía a otro que viaja como un robot. Sin duda una gran ventaja es la de poderse olvidar del bajo, el ocho libras acababa directo al emerillón, un nudo y a correr, otro mundo: como cambiar de vida, coche u novia.

Curioso notar como la elasticidad del conjunto parecía favorecer el mordisco del bicho, que llegaba a clavarse muy bien los anzuelos, como si hubiese tenido más tiempo para atacar a fondo. A veces con el trenzado se enganchan de milagro, con una punta del anzuelo trasero pinchada en el labio, pero aquí la sensación que tenía era de que nadie o nada intentó arrancarle la comida de la boca. Pero, y a lo mejor resultará curioso, donde más a gusto me encontraba era peleando los bichos, sobre todo las Lubinas. Con la caña y el hilo trabajando al unísono y amortiguando con suavidad los tirones del pez, me notaba mucho más seguro y sin esa inquietud que a veces te entra de poder llegar a perder la captura porque se le rompe la boca o se desanzuela por llegar a arrancarle la punta del hierro de la boca.

Es el resumen que he podido hacer después de unas pocas jornada de pesca y a mucha distancia unas de otras, pero lo que quería manifestar es que me ha dejado buen sabor de boca. Esta combinación "retro" tiene migas, es interesante y a lo mejor también educativa. No está mal volver a pescar como se hacía antaño y darse cuenta que no todo lo que ha traído el progreso es 100% bueno e inmejorable, veo difícil trabajar bien con monofilamento gruesos u con determinadas especies, mover poppers o practicar pescas muy específicas como puedan ser el kabura, Inchiku o Jigging, pero para los curiosos hay un reto: ¿os atrevéis a probar?

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Hace unos días, tuve una conversación medianamente larga con un pescador que me explicaba por pelos y señales que el color que el quería de un determinado señuelo era absolutamente determinante a la hora de capturar los peces de su zona. Me ponía ejemplos, uno tras otro, de como el, con esa librea se llevaba todos los peces mientras los otros no se comían un colín y de que no quería probar otro, por muy parecido que fuese, porque aquel era el único que vendimiaba.

Durante la conversación me dijo que a pesar de su escasa experiencia en la pesca a spinning, lo que había aprendido y tenía muy claro era la relevancia que podía llegar a tener una determinada imitación, y no estaba dispuesto a arriesgarse a escoger otra porque sabía de antemano que no le iba a funcionar. Intenté explicarle que quizás lo que le había funcionado era una combinación de cebo/color/acción en un determinado momento de luz, actividad, vientos y mareas, pero no hubo forma de que lo quisiera entender. Todo esto me recuerda una de esas pelis que hemos visto cien veces y que de vez en cuando vuelven a aparecer en la tele, pero no debemos de olvidar que todos hemos pasado por ese momento de gran confianza por una cosa u otra y sabemos que es normal.

Toda esta introducción en el fondo solo me sirve para proponeros un tema de conversación: ¿en base a que elementos decidís el color del señuelo que vais a usar en un determinado momento del día?

Por si interesa allá van mis referencias; el color del agua y la luz ambiente priman sobre cualquier otra variable que pueda haber. Con aguas muy claras y mucha luz intento usar libreas brillantes y con reflejos que puedan aprovechar la luz para destacar. Con aguas claras y poca luz me quedo en el ámbito más natural posible y no estoy tan seguro de que un color sardina pueda prevaler sobre el color boga o el plata con lomo negro. Con aguas tomadas y en diferentes condiciones lumínicas me aventuro en el mundo funky de los colores más brillantes, como al chartreuse por ejemplo.

Dicho esto hay algunos colores sobre los que apuesto continuamente y más allá de cualquier lógica o combinación ambiental: natural tipo plata con lomo azul o negro y el blanco. Y si me apuras entre estos el "¡Tu si que vales!" se lo lleva el blanco (y no siempre lo tengo), sin pensarlo dos veces. A veces podría llegar a fijarme en el colore del fondo, pero en general donde pesco suele haberlos mixtos con rocas, posidonias con manchas de arena o algo similar, por lo tanto es difícil que influya demasiado en mis elección. Otros elementos importantes pueden ser las condiciones del mar y de las mareas, pero en este caso tienen más importancia a la hora de elegir el tipo de señuelo y el tamaño. Y finalmente remato el asunto confesando que bajo ningún concepto estoy seguro de que mis elecciones sean las correctas, y que más de una vez me dejo guiar por aquel gusanito que cada pescador debería de tener dentro y que se llama "sentido del agua" o más comúnmente"instinto". En fin, ya tenéis la pregunta, espero vuestras respuestas en los comentarios