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Se conoce a mucha gente pescando y desde luego no porque se trate de una afición de masa, más bien lo contrario, sino porque nos acerca como a los dos gafotas del cole o las tres feas, vamos por los bichos raros que somos :-D. En el cardúmen hay de todo, gente amable y simpática o insoportable y odiosa, habilidosos y torpes, gente al fin, como la que encuentras en la calle o con la que compartes despacho. Entre las sub-especies aparecen unos seres con un don especial, la estrellita como me gusta llamarla, que en muchas y distintas ocasiones se distinguen por tener aquel demás que les brinda una captura extraordinaria cuando los demás se mantienen a flote en la mediocridad.

Sin duda la estrellita suele seguir a pescadores talentosos, gente que sabe lo que hace y que trabaja duro, pero de estos conozco muchos y no todos tiene la suerte de poder contar con semejante ángel de la guarda, sin duda de estrellitas no hay muchas y las que hay hacen lo que pueden. Fijaos que no me gustaría que se esto se confundiera con la suerte pura y dura porque también de esta he visto por doquier, la suerte es ciega y cae sobre cualquier persona, en nuestro caso en el pescador más patoso e inexperto, mientras la estrellita tiene buena vista y sabe adonde apuntar.

El Wahoo de Guille, notar la pésima calidad del encuadre con las cañas que despuntan como antenas por todos lados. Corría el año 2005 y eso de la fotografía estaba todavía en la incubadora

En este caso si que voy a hacer algún nombre, no hay nada malo en lo que digo, al revés, son muy buenos pescadores y mejores personas a las que tengo cariño o con la que hay buena amistad así que empezaré por Guillermo, canarión de fibra fuerte y con los ojos avispados. Guille me lo encontré por primera vez en la Graciosa y desde aquel momento he compartido con el muchas pescadas ambos en España y en el extranjero. Sabe pescar el hombre, lanza muy bien y tiene aquella maña y competitividad que le empuja siempre a dar lo mejor de si mismo, sin desmoralizarse nunca, ni en los momentos más duros. El amigo es el que consigue sacar el Wahoo más grande sin cable de acero y assist con cordaje de kevlar cuando todos los demás estábamos atando un jig nuevo tras otro, o pegar un Marlin negro a jigging en las aguas del Índico (que por aquello de la compensación de los astros se le soltó). Pero estos son solo dos ejemplos de los muchos que yo consiga recordar, ya que Guille nos ha sorprendido a menudo y seguro que Mario logrará aportar algo más sobre el.

Emily es el segundo empezando por la derecha

En esta breve lista aparece otro amigo que curiosamente, como Guillermo pero por diferentes razones ha dejado la pesca un poco de lado, Emiliano. Este entrañable hombre catalán me apareció en un viaje a Cuba donde iba bastante mal equipado, de nos ser por la cámara de foto que en aquel momento era lo mejor a lo que un Nikonista podía aspirar. La falta de equipos le duró poco porque el muy loco en un pispás se hizo con lo mejorcito que había en el mercado y fue atacando las aguas tropicales como un Samurai. Emiliano es uno de aquellos que destacaba en los grupos tropicales, en primer lugar porque era como un martillo y en aquel momento de los pocos que pescaba con poppers de 200g cuando todavía la menor presión de pesca aventajaba a quien tenía fuerza y aguante para manejar semejante siluros, luego porque no paraba nunca y por supuesto porque sabía lo que hacía, pero esto ya lo he dejado claro desde el principio. A este señor le he visto pegar, pelear y sacar un Marlin negro a jigging en las aguas de Nosy-be, nunca jamás he asistido a semejante captura en cuarenta años mojando líneas. Quizás alguno de los amigos que tenemos en común recuerde más hazañas de Emiliano, que no hay pocas, Oriol seguro recuerda un Barracuda-Rex en Maldivas y cositas por el estilo.

Vincenzell' feliz con su super Serviola

Ahora viene Vincenzo amigo italiano que trabaja para Molix, con el que he tenido el placer de pescar muy pocas veces y que aún así me ha dejado bastante impresionado. El chico trabaja muy fino, es pescador competente, creativo y técnico, en fin un pedazo de profesional. La primera vez que nos vimos en el Estrecho se marcó una Serviola de 30kg a spinning con una cañita de 50g, hilo de 30 libras y un paseante para Black Bass... Una captura de gran porte y magnitud, hasta para los que viven y pescan el Estrecho a menudo y se lo conocen como la palma de sus manos. Pero lo más gracioso pasó en Italia, cuando una tarde salimos de Molix para acercarnos a un canal de la Baja Padanía a probar unos señuelos. Vincenzo marcó tres goles, y si dos de ellos fueron Black Bass de pequeño tamaño, el tercero no podía ser captura más curiosa: un híbrido de Striped Bass, desde luego un pez poco habitual en aguas Italianas, o Europeas ni siquiera.

Os he contado tres historietas para que os animéis a escribir algo sobre vuestros amigos con estrellita, y si realmente creéis que existen o si solo es una casualidad la que sean siempre los que más aciertan. Yo he intentado arrimarme a mis campeones para ver si se pegaba algo y na', no hay forma, sigo con mi bombilla de bajo consumo y me toca trabajar como una bestia para cobrar a fin de mes.

Por fin tengo la oportunidad de ponerme con los reports de los últimos viajes. han sido unas semanas bastante atareadas, y con algún que otro indeseado tropiezo. Prácticamente no he parado de viajar desde Primeros de Marzo, y claro, luego pasa lo que pasa, que las cosas se acumulan. Las historias sobre nuestro viaje en Omán muchos de vosotros ya las han oído. Entre redes sociales, sms y cotilleo de pasillo aquí no se guarda un secreto uno di de coña. Para los que todavía no se han enterado ha sido un viaje espectacular, en cuanto a tamaño de peces se refiere. Ha sido un poco come pescar en el Jurassic Park donde los dinosaurios era los GT-Rex de tamaño furgoneta con remolque.

Viajaba con seis pescadores: tres italianos, dos españoles y un portugués. Algunos bastante verdes en el popping tropical, otros a medio camino y uno experto. Alojamos en un par de casas en un pequeño pueblo perdido al sur del país, en condiciones bastante espartanas, pero con un techo sobre la cabeza, baños y aire acondicionado, y suficiente espacio donde poder trabajar en los equipos. La pesca se desarrolla alrededor de unas islas, que se encuentras a unas 18 millas, la más cercanas, de la costa. No hay muchos lugares donde estacionan los GT, y tampoco hay abundancia de peces, pero no es esto lo que se va a buscar en el mar de Arabia, cuando ya se mete en el Índico. Aquí se busca el animal, el GT de porte descomunal, que aquí se encuentra con regularidad en la temporada buena.

Mucho popping, mejor dicho, casi exclusivamente popping. Cañas potentes, carretes con frenos bien apretados, perdón, muy bien apretados, trenzas de 100 libras y poppers bastante grandes, con las debidas excepciones. Las zonas de pesca pueden ser o bien cerca de la costa o en puntos marcados en los GPS que se encuantran en el medio de un canal, un bajo o un pico que aparece casi a flor de agua. Debido a la disparidad de experiencia de los participantes ha habido  disparidad de resultados también. se han fallado muchos peces, algunos por insalvables, otros por errores del pescador. Sin embargo al final de la semana los números eran bastante escalofriantes.  Miguel y Gianluca han sido los que se han llevado  a casa la foto del bicho más gordo; 56kg. Tened en cuenta que cada GT ha sido pesado con una báscula que llegaba a los 100kg, sujetándolo con una bolsa de esas que se usan para las Carpas y los Siluros, así que no hay estimaciones, sino medidas más o menos exactas (por el desajuste que pueda haber la báscula).

Se han vivido unas cuantas escenas de verdadero caos, con los GT apareciendo detrás de las piedras y allí llevandose de vuelta el señuelo, a muy pesar de los intentos de skipper y pescador. Los hemos encontrado también con los Fusileros, esa carnada azul y amarilla que tanto les gusta, y justo en estas circunstancias se ha llegado a levantar un bando entero de GT enormes sacando uno, en este caso estimado, de unos 40 kilos. Al final de una semana barrida por el viento, e mar movido y días de actividad bien mixta, han salido 4 GT de más de 50kg, 4 o 5 de más de 40kg y varios animales entre 30 y 40 kilos. Cantidades muy parecidas se han contado entre los que se han perdido, y además hemos sacado algún que otro pez de otra especie que también gozaba de un tamaño descomunal.

Sin duda ha sido uno de los viajes muy interesantes de mi "carrera", en mi vida había visto tal concentración de Tirannosauros desemejante porte. En una semana he visto sacar más GT de más de 40kg de todos lo que he visto en 16 años de pesca tropical, en fin, todavía no me lo creo.

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