Historias del mar

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Recuerdo que al tiempo del forum de caranx.net se trataban muchos argumentos y cada uno aportaba su granito de arena. Había entradas en continuación y prácticamente ninguna se quedaba sin respuestas, el tema se remataba hasta que el problema parecía estar solucionado.
Lo que observo ahora es que la gente en general está más cortadas, no existe ya aquella relación entre quien quería saber algo y quien, de una manera u otra podía ayudarle a resolverlo.

Escasean entonces las preguntas, y desde luego las respuestas son de las más escuetas que te puedas encontrar. es todo más superficial, como si cada cual fuese a lo suyo sin querer perder mucho tiempo en liarse con la didáctica.
Me pregunto entonces si ya hemos aprendido todo lo que necesitábamos saber y no queda ya ningún novato o curioso que quiera aprender algo más sobre una técnica u otra.

Una de las razones por las que me metí de lleno en este mundillo era porque quería compartir las cosas que iba aprendiendo por el mundo. He tenido la increíble suerte de poder pescar en muchos y distintos lugares con grandes pescadores que me han enseñado mucho y como mínimo me parecía lógico poder devolver esto a los demás.

Este escaso afán de mejora y poca sed de conocimiento me deja un poco desconcertado, pero es posible que la gente no se atreva a preguntar porque en el web 2.0, sobre todo en Facebook, parece que estamos solo para contar y enseñar nuestros caretos sonrientes detrás de un bicho.

Entonces lanzo un aviso para los navegantes, si alguien tuviese una pregunta pues que nos la haga llegar, por aquí se pasean muchos y buenos pescadores y estoy seguro de que estarán encantados de contestar, sobre todo, y espero, los de la vieja escuela.

Imposible quizás repetir los años de oro del la pesca virtual, pero hay algunas buenas costumbres que no se deberían de perder.
Gracias por vuestra atención, ahora tenéis toda la mía 🙂

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Hemos hablado mucho de la captura y suelta, conseguir que muchos pescadores de mar devuelvan al agua sus capturas ha sido un logro importante para el beneficio de todos. Sin embargo, hay un tema muy distinto pero no menos importante, que por distintas razones, se he quedado como una especie de tabú. Me he inspirado al artículo de Doug Olander en Sport Fishing Magazine para coger el valor de exponerlo a la pública opinión. No mola hablar de ello, no es “cool” y a los más sensibles puede hasta aparecer cruel, pero es todo lo contrario, forma parte de una manera ética de vivir la pesca. Matémoslos bien.

En estos muchos y entretenidos años dedicados a la pesca deportiva he aprendido a tener el mismo respeto para los que devuelven todas las capturas y los que se quedan una pieza para comer en familia. Me parece legítimo y hasta entrañable volver a casa con un pez capturado por ti y poderlo ofrecer a tu mujer o tus hijos, rara veces he tenido ocasión de hacerlo y normalmente ha ocurrido estando fuera de casa, que no es lo mismo. Lo que siempre me ha hecho sentir incomodo ha sido la manera en la que tratamos los animales que decidimos sacrificar para el paladar. Esa indiferencia que a menudo probamos para un ser que al no tener voz, no puede quejarse y echarnos en cara su sufrimiento, un hecho que con una mínima atención podemos evitar.

La simple acción de darle matariles al bicho con un palo o clavándole un cuchillo en la cabeza, que suena cruel y espeluznante, reduciría a cero el sufrimiento y agonía que podría padecer dando batacazos dentro la nevera donde  le hemos metido sin pensar. Puestos a cavilar, todos querríamos morir de noche mientras estamos durmiendo, para pasar del sueño pasajero al eterno, sin dolor ni espantos y por la Regla de Plata del “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti” deberíamos desear lo mismo a nuestra captura.

Este asunto, guste o no guste, es preciso tenerlo en cuenta y lejos de quererme meter en un pedestal para indicar a los demás el camino recto, simplemente lo grabo en mi blog para recordarme yo mismo, en cuanto se presente la ocasión, de meterlo en práctica. Fijaos si es un tema que levanta interés y atención que los Japoneses tienen una práctica que se llama Iki Jime que justamente trata de la manera de matar humanamente los peces. Los Australianos han ido aún más allá y han creado una web www.ikijime.com donde se pueden encontrar todos las sugerencias necesarias para una correcta ejecución del Iki Jime, las herramientas a usar y hasta unos diagramas que van de la foto en color hasta los rayos X de la cabeza e indican el punto donde golpear al pez o injertar el punzón. Echadle un vistazo, sin sentirse culpable de morbosidad o sadismo, y veréis cuanto devoción se ha puesto en hacer que el traspaso de los peces a los verdes pastos sea lo más inmediato y menos angustioso posible.

Un tema poco bonito de tratar, siento si he herido la sensibilidad de algunos, pero si a caso en una siguiente vida me reencarnara en una Lubina me gustaría que el que me pesque sea un devoto del Iki Jime.