Monthly Archives: mayo 2012

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Por muchas y diferentes razones estamos cambiando nuestras técnicas de pesca. Hemos pasado del popping tropical más duro y el jigging más pesado al light tackle y el Rockfishing, hasta los cefalópodos han entrado de derecho en el catalogo de especies depredadoras que se pueden sacar a spinning y poco a poco el Eging va ganando terreno. Si antes habíamos tenido que trabajar nuestros cuerpos para aguantar ladrillos de kilo y pico para poder mover un popper con la cabeza como un balde, ahora es la muñeca que se encarga de transmitir los movimientos más suaves a nanoseñuelos que pesan menos que una lombriz.

Aparcado el machote, o por lo menos limitado a aventuras muy concretas, hemos re-descubierto el gusto del ultra light, y lo complicado ahora no es tirar más que el contrincante sino más bien lo contrario, saber acompañar carreras y tirones sin reventar un hilo más fino que un crin de caballo que se parte con solo mirarlo. Así es, el Rockfishing apunta a los enanos a la salida de la guardería pero como muchos han podido comprobar de repente se equivoca , y te encuentras discutiendo con un papá o una mamá enfadados y con pocas ganas de dejarse subyugar por una trenza de cuatro libras.

Aquí es donde quería llegar, al tener que aprender a dominar un equipo tan sumamente ligero y delicado, quizás lleguemos a ser mejores pescadores, adquiriendo una sensibilidad antes desconocida y  que no hay duda de que bien aprovechada nos permite salir de apuros mucho mayores de los que podíamos pensar de torear hasta hace poco. En mi último viaje tropical me he sorprendido al ver la cantidad de presión que lograba meter a los bichos con un multifibra de tan solo cincuenta libras y una caña de 80 gramos, algo que hasta hace dos o tres años me hubiese resultado difícil de pensar. Sin embargo, abrumados por el terremoto tropical donde todo tiene que ser sobre-dimensionado, hemos olvidado que las nuevas tecnologías han avanzado mucho y que quizás ahora, podemos conseguir lo mismo con menos sobre todo si hemos mejorado como pescadores, y sabemos gestionar mejor nuestra chatarra.

Aquí os espero con vuestros comentarios, para conocer las experiencias de quienes de una manera u otra se han encontrado involucrados en este proceso de "aligeramiento"

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De vez en cuando se me va la pinza más de lo deseable y me ocurren temas para el blog como el que vamos a tratar ahora mismo. No se con cuantos tipos de peces cada uno de vosotros se haya podido enfrentar pero entre la que es vuestra experiencia personal, lo que habéis podido leer, ver, escuchar de amigos, programas de televisión o en las revistas ¿cual creéis que sería el pez que más se asemejaría a vuestro "ideal" de contrincante?

Para hacerlo un poco más ameno o idiota, si cabe 😆 os ofrezco tres tipos de "reglas" y cada uno elige la que más le guste:

1) Se puede elegir un pez que existe en la naturaleza, si ya de por si mismo reúne todas las calidades necesarias para ser elegido como # 1

2) Se puede "crear" el pez ideal mezclando las características de varios animales que nos gusten y que por una razón u otra necesiten de los genes de otro(s) para ser perfectos

3) También podríamos pedir que un determinado pez llegue a tamaños más grandes de los que actualmente alcanza, imaginad que haya un gran fan de los Lagartos con señuelo, y quisiera poder sacar uno de 24kg.... Ya se sabe que por aquí de gente normal hay la justa 🙂

Os dejo mi listado imposible, a ver que os parece.

Según me concede la regla nº 2 de las locuras de pesca me gustaría mezclar una Cubera con un Tarpon y un Atún para que salga un monstruo que NADIE nunca jamás pueda sacar sin el uso de un: A) Bazooka. B) Misíl arie/agua. C) Cavo de amarre de un petrolero.

Según me concede la regla nº 3 me gustaría que el Queenfish, un carángido que vive en el Índico y Pacífico sur pudiese llegar a los 100kg para deleitarme con sus saltos y picadas espectaculares y que el Rusty Jobfish, para algunos mejor conocido como la  mi@#da rosa, pudiera llegar a alcanzar los 150kg para que pescadores poco respetuosos dejasen de menospreciarlo a causa de su abundancia y propensión para suicidarse con cada jig que le pase por delante.

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El otro día estuve viendo un documental que me impactó. El 19 de Enero de 2006 la Nasa lanzó al espacio la naveta espacial New Horizon destino Pluto. Resulta que llegará a su destino el 15 de Julio de 2015, después de más de nueve años de travesía galáctica con una trayectoria calculada al milímetro en base a la órbita y la gravedad de los demás planetas, y empezará a recolectar datos sobre este ex planeta, ahora reclasificado como planeta enano, cubierto de hielo con temperaturas por debajo de los 200 grados bajo cero. Sigo asombrándome delante de la capacidad del ser humano capaz de llevar a cabo empresas tan extraordinarias donde logra superar las barreras del tiempo y del espacio y clavar una naveta en un blanco que dista más de 3 billones de millas. Simplemente alucinante.

Al mismo tiempo no consigo entender como ese mismo ser humano no sea lo suficientemente atento para comprender el daño que está causando al planeta, destrozando sus recursos y la madre de todas las cosas, la Tierra. Contaminamos los ríos, les cambiamos de rumbo, los entubamos, canalizamos, destrozamos los caudales, los estuarios, y finalmente las playas, costas y poco a poco nos cargamos todos los océanos. Sabemos calcular la trayectoria de un cohete que tiene que cruzar media galaxia pero no conseguimos evitar la extinción de miles de especies o cuidar de las Amazonas, nuestro pulmón de oxigeno. Hemos subido la esperanza de vida de 30 a 80 años (y sigue y suma), y nos envenenamos comiendo Atún relleno de mercurio o plantas transgénicas. ¿Somos inteligentes o somos unos idiotas irresponsables? Construimos o destruimos?

Como era de esperar no tengo respuestas a esta preguntas, y probablemente tampoco vosotros ni nadie, simplemente no se entiende así como así, quizás encuentre respuestas en la avaricia, ansia de poder, de dinero y las demás corruptas costumbres de este bello animal de dos patas, pero entraríamos en discusiones filosóficas que no vienen al caso, ya que nuestra pequeña huerta sigue siendo la pesca. Y hacía la pesca nos vamos, para jugar un poco a los adivinos e intentar imaginar que nos esperará de aquí a veinte años, a nosotros o a nuestros hijos.

Si rebobino un poco y vuelvo a mis comienzos en la pesca en mar encuentro distintas facetas que me obligan a hacer trabajar un poco la masa grisácea que flota debajo de la coronilla. Se me ocurre pensar en los días en que atacaba las costas de la Graciosa con unos vedeadores de PVC que cumplían con su doble función: sauna y protección del agua al mismo tiempo. Aquel entonces la pequeña Isla del Archipiélago Chinijo era como un pequeño cofre del tesoro, donde la pesca masiva no había hecho mueca y el spinning desde costa cogía un diferente significado. Entonces las Lubinas patrullaban la costa y solo se cogían ejemplares de tamaño más que respetables además de Anjovas, Sierras, Dentones, Abadejos y el Palometón  despistado que se acercaba durante sus migraciones. Ahora puedes pasarte unas semanas buscando la Lubinas, y eso que es un parque natural donde la pesca está controlada, por lo menos hasta donde pueden llegar ese tipo de controles.

Por otro lado pienso en la historia del Atún Rojo, desaparecido en combate por muchos años y ahora de vuelta y en pelotones compactos y desafiantes, con poco miedo al hombre jugando cercano a la costa y dejándose ver más a menudo de lo que se podía nunca esperar. Si por un lado sube el Rockgfishing como la espuma para rellenar los aburridos días de spinning, por el otro el mundo ha descubierto que no hace falta irse al trópico para sacar el bicho más potente del mundo ya que lo tiene en la puerta de su casa, y encima más hambriento de señuelos lanzados desde lejos que de muestra remolcadas por 400 caballos humeantes.

Son dos ejemplos muy "baratos" porque en la Graciosa se sigue pescando y hay sitios que desde luego están más estropeados pero al parecer por algo que hacemos mal hay algo que se hace bien. Un golpe lo estropea y otro lo arregla y superficialmente podemos tener la sensación de que el ecosistema se mantenga en equilibrio, por lo menos por lo que a nuestra afición se refiere. Ahora viene la pregunta del millón, semiseria que quede claro, pero con ganas de estimular la fábrica de pensamientos de todos vosotros: ¿como estará la pesca de aquí a veinte años?

La pregunta tiene recovecos y se puede fragmentar. Por supuesto me interesa saber como creéis que evolucionará el parque acuático, bien referido a las especies o al estado general de mar y costas pero no solamente esto. Podemos visualizar el camino de la evolución técnica de la pesca con señuelos? Surgirán nuevas modalidades así como el Jigging, Kabura, Inchikú y Rockfishing? Que se inventarán nuestros legisladores, intentarán manipular la afición y seguir apoyando a los verdaderos esquilmadores del mar? Alguien tiene mensajes positivos que nos puedan ayudar a esperar que las cosas vayan a mejor, como ha ocurrido con el Atún?

Ahora poneos todos delante de la bola de cristal y a jugar a ser brujos y si lo lográis llamad a las parientas que de eso si que saben un taco 🙂

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